Guía para humanos
conscientes
Por Li
mayer
El planeta
se transforma en la medida en que cada uno lo hace,
ya que
al sintonizarnos con campos magnéticos de luz y felicidad,
los atraemos
hacia nosotros, modificando nuestra realidad.
Teniendo
el claro propósito de no ceder ante el caos,
así
la tierra vuelve a ser el paraíso.
Para que
así sea, deberemos reestructurar el orden mundial.
Una
humanidad consciente tiende a ser feliz, así como un ser
humano
consciente
sabe que todo empieza en lo más profundo de si mismo.
Por eso su
conducta jamás daña.
Cambia
de adentro hacia afuera ya que una generación de niños felices merece
que
liberemos al planeta de toda falsedad y limitación política,
económica o
social,
creando una nueva forma de ser basada en la libertad y el amor desapegado
.
Es el fin
de las sectas. Evolucionamos juntos o juntos veremos al
planeta tierra destruirse.
Basta de
dominio, el poder de unos sobre otros está llegando a su fin.
Heredamos
de pasadas generaciones la creencia de que la injusticia y el
sufrimiento
son algo normal e inherente a la vida, pero llegó la hora de
ser felices
ya que el
mundo es una creación colectiva que en segundos y entre todos podemos
transformar.
La
humanidad no puede actuar en contra de si misma.
Claro,
dirás, poder puede, ya que nuestras aguas están contaminadas, en muchas de
nuestras ciudades el aire es irrespirable y la tierra ha sido arrasada por la
deforestación
y los
agroquímicos. Pero no sintonicemos con el lado oscuro de la luna.
Simplemente
veamos los pasos a dar, para que este mundo dominado por una sociedad
perversa... sea un planeta cuyos habitantes construyamos juntos una nueva
civilización,
basada en
el amor, el perdón, la capacidad de compartir. Fluyendo a través de la
trama de la vida. Sabiendo que todos somos guías y discípulos.
Confiando
en que saldremos de este estado de caos y construiremos
un mundo en
paz.
Donde el gran cambio se dé a través de la conciencia. Si un barco se
hunde,
los
tripulantes saben que se hunden con él. Y Gaia, la tierra, esta
amenazada.
Es hora de
cambiar. Y de cambiar ya.
Pase lo
que pase... la vida es una gran oportunidad.
Ahora es
tiempo de vivir. Ahora es tiempo de transformar. No
mañana ¡Ya!
**
Un gran
movimiento está aconteciendo...
es el
inevitable camino del amor consciente y desapegado, semilla que se
expande
en el
corazón de la humanidad y se convierte en una enredadera que nos abarca
en red
. Estamos volviendo a la fuente. Amasando con amor el
pan, en vez de intoxicarnos con sustancias químicas.
Plantando buena semilla, esa que dan las propias plantas y acabando con
los monocultivos que arrasan las tierras cultivables. Anulando el poder
de patentes, cuyos dueños pretenden vendernos semillas
híbridas en vez de apoyar la creación de bancos de semillas que
aseguran plantaciones que curan a la Pacha, en vez de agotarla. Si el
problema es la supervivencia: sembremos, en vez de especular
**
Los seres
humanos nos hemos aglomerado en ciudades
en donde
las condiciones de vida de la mayoría son infrahumanas, ya que
muchos de sus habitantes no tienen posibilidades de vivir bien, porque el aire
ha sido contaminado por el monóxido de carbono; la violencia impera
en sus calles y la gente vende sus horas por un dinero que suele
deber, ya que los créditos (con los que compran objetos tantas
veces prescindibles) los apresan a ese sistema que hemos inventado.
Pagar la
casa en treinta años, el auto en diez, el lavarropas en cinco
suele
significar haber empeñado la vida a plazo fijo.
Otros se
han quedado en el campo, guerreros de la resistencia (porque alimentan a
la
humanidad y encima soportan que los bancos los aprieten
con préstamos tramposos, que muchas veces ponen en riesgo sus
bienes).
Las
tierras laborables o están cubiertas por el cemento que cubre
huertas y jardines
o son
usadas como canchas de golf o para pastoreo de un ganado que no nos
conviene comer. Por otro lado, el alimento fundamental para
la vida: el agua, está en gran parte contaminada.
¿Que piensan que van a tomar nuestros hijos?
**
Con
guerras absurdas, donde los únicos que ganan
son los fabricantes de armas,
Con un
planeta donde la buena gente se siente acorralada por ese sistema
que no entiende, pero que lo esta apretando por todos lados, con
gobernantes dedicados al enriquecimiento ilícito (que se creen dueños en
vez de servidores), con monocultivos
que
empobrecen nuestras tierras, con bosques talados, con cárceles
inhumanas, con tachos de basura llenos de comida despreciada por los ricos...y
con las panzas vacías de los pobres… ¿adonde vamos?
Así no se
puede, esto tiene que empezar de cero.
Y tiene
que ser a través del amor, la solidaridad, la tolerancia.
**
Las
siguientes son ideas semilla para construir una civilización sana.
Propuestas
para que ese ansiado cambio suceda, ítem por ítem.
Porque
paso a paso, casi en forma desapercibida, iremos viviendo de esa manera
nueva, que tiene su origen en la vida de cada individuo
(pero que
espeja consecuencias en la organización planetaria).
Redistribuiremos
la tierra por regiones y las que pertenezcan a terratenientes,
ganaderos
o los terrenos improductivos serán repartidos (sin violencia, con amor)
entre
todos aquellos que quieren vivir y trabajar en el campo.
Porque no
acumulamos, pues cuanto más damos más tenemos.
Lo hacemos
por respeto a la Pachamama y a sus frutos
Por
respeto a la humanidad.
Las
tierras usadas para bien común serán respetadas, ya que la gente debe
vivir con
seres
afines. Dejaremos de pensar como egoístas esquizoides y nos ocuparemos
del bien general.
Los países
desaparecerán de la faz de la tierra y los humanos nos
reorganizaremos comarcalmente, pero con visión global.
No
ignoraremos los problemas que puedan tener otras regiones y seremos
drásticamente solidarios. Desmasificando, viviendo un proceso de
ampliación de la conciencia
para
integrar una cultura de amor, perdón, co-creación,
que
llevará al cambio en todos los planos de la existencia.
Las
comunidades, cooperativas u otras sociedades de bien común tendrán el apoyo
de
todos. Sin dejar de lado la visión individual, ya que aprenderemos
a escucharnos
los unos a
los otros y a consensuar nuestras decisiones. Y también nos permitiremos
oír a esa
pequeña y profunda voz que en cada uno habita y que es la mejor guía a seguir.
La voz de nuestro yo superior, la voz de la conciencia. Entendiendo que
somos naturalmente y potencialmente libres. Libres al
elegir. Libres cuando actuamos como autómatas y libres también cuando somos
capaces de pilotear la aventura de nuestra propia vida.
**
Ya que
muchos quieren vivir en ciudades, las reestructuraremos, salvando su belleza, pero humanizando la vida en ellas. Entendiendo
que de la mano del hacinamiento vienen el hambre, la suciedad, la
desconfianza, las enfermedades
y la
violencia. Terminaremos con todo esto, antes que tanto horror
acabe con
nosotros.
Y le encontraremos la vuelta a este matete.
**
Una
solución en cuanto a la escasez de combustibles es utilizar formas alternativas para producir energía (aire,
agua, bio combustibles, pero no los que generan mono cultivos que llevan a la
desertificación) para recomponer la atmósfera.
Los
vehículos serán de uso comunitario, restringido a necesidades específicas e
inevitables. Antes de que el petróleo se acabe , actuemos.
No
utilizaremos más agro tóxicos ni permitiremos alteraciones
genéticas, entendiendo
que el
planeta es un ser vivo que no puede soportar tanta agresión.
Los
basurales actuales son heridas de la tierra (pañales descartables, latas,
vidrios, pilas, millones de bolsas de plástico, todo mezclado
inescrupulosamente).
Construyamos,
en cambio, una cultura del desperdicio, para compostarlo, reciclarlo,
reutilizarlo
con inteligencia y sentido de sustentabilidad. Porque si no
reaccionamos
rápidamente,
nuestros descendientes van a ser realmente mutantes, aprendices de
autómatas.
Por esto es hora de decidir y pasar del inconsciente colectivo a un
estado de consciencia generalizado y activo.
Dando por
liberadas micro regiones, independizándolas del poder central de
los países
del sistema, para establecer en el planeta regiones de luz,
donde el
amor, la libertad y el bien común sean las principales metas.
Creemos en
las fronteras geográficas o climáticas, pero no en las
fronteras políticas.
Es hora de
acabar con tanta falsedad.
**
Si
en las grandes ciudades expropiamos cada diez manzanas una y plantamos en ellas
huertas comunitarias, de cuidado rotativo y distribución
generalizada,
usando
métodos de agricultura sustentable, bio intensiva o
permacultural paliaremos
el flagelo
del hambre Si en vez de cementar las raíces de los árboles,
sembramos frutales, en franjas a lo largo de las aceras, educando a los
pobladores a no saquear
los
frutos, sino a socializarlos una vez maduros, veremos surgir de nuevo el pulmón
ciudadano. Entre los árboles podemos construir juegos para
los niños y bancos para todos. Los corazones de manzana pueden también
ser placitas comunitarias, para uso múltiple de los habitantes del
sector. Y usar balcones, terrazas y azoteas como
lugares propicios para la siembra. Fundamental es la
formación de la gente.
Sin persecuciones,
simplemente educándonos unos a otros.
Es a
través del amor que los cambios suceden.
**
La
justicia reinará en nuestro planeta cuando los
empleados públicos y políticos sean servidores en vez de usurpadores de
un poder inexistente. Supervisados por consejos de inspectores que
les impidan robar y actuar impunemente. Cuando cobren sueldo
mínimo (igual a un jubilado). Inmediatamente los salarios de todos
tendrán el mismo poder adquisitivo, la misma capacidad de consumo que todo ser
humano merece. Y espero que sea vasta, porque vivimos en un universo
pródigo, solo que la riqueza está en manos de unos pocos. El
cincuenta por ciento de la población mundial recibe el uno por ciento de
los bienes materiales en circulación.
Por lo que
espero que a nadie le sobre. Y que a nadie le falte. Sino que se reutilice toda
materia, porque la acumulación conlleva putrefacción y es una muestra de
desequilibrio.
Desaparecerán
las clases sociales y el ser humano solo se distinguirá por merito propio
y no por
los bienes materiales que posea. Saber que ser rebelde es apenas
ser uno mismo, con coraje y conciencia. Todos podemos ser fieles a nuestras
ideas, sin miedo
ni
limitaciones. Si no se daña a terceros, el camino individual se abre y es la
sal de la vida. Los que optamos por ser felices y plenos, no permitimos
que oscuros buscadores de poder y gloria personal nos opriman
ni nos detengan con leyes inservibles, ya que los que las dictan en
general no las cumplen. Estamos recorriendo el camino hacia una nueva
humanidad, al terminar con esa era de persecución y miedo que marcó
nuestra historia. Merecemos ser felices. Y de
todos depende.
Cada uno
puede vivir según sus propias normas, hasta el límite natural que el prójimo le
impone.
**
La inviolabilidad
domiciliaria será respetada y
solo se podrá infringir si algún miembro de sus habitantes corre
peligro. Conocemos ese dicho que dice
“ hecha la
ley, hecha la trampa”, por lo que hartos de injusticias nos declaramos
maleables, permeables, vivos. Nadie puede imponer su razón a otro.
Consejos de niños y ancianos guiaran los caminos que debemos tomar. Toda
la parafernalia de leyes obtusas que defienden a la elite que se cree dueña del
planeta, será modificada, suplantándolas por leyes simples que ayuden en
un camino de luz, paz, amor y alegría para toda la humanidad.
La casta
de políticos, policías, militares, burócratas, jerarcas de medios de producción
y
comunicación, religiosos inescrupulosos … desaparecerán de la faz de la tierra.
Serán
suplantados por representantes de los diferentes grupos y regiones, que
ayudaran a
organizar los caminos para vivir en un mundo mas equilibrado.
Todo se
decidirá en asambleas. Pero elegiremos el bien común, sino, simplemente,
la raza
humana desaparecerá, devorada por sus propias fauces.
En vez de
guerras sembramos alegría. Compartir, dar, amar, perdonar.
**
Todo acto
de corrupción así como de violencia será transformado.
Actuaremos
preventivamente en vez de punitivamente.
Nos
ocuparemos que los juicios sean cortos y justos.
No habrá
cárceles como las de estos tiempos, que en su mayoría son lugares
con regimenes brutales e injustos. Los humanos que actúen
equivocadamente, pasarán
un
tiempo en espacios de re-educación (situados en el campo) que estarán a cargo
de
sicólogos, religiosos y otros colaboradores con una probada
trayectoria
(que
refleje que es un ser pacifico y justo). Habrá acabado todo abuso
de poder.
Para
colaborar con esto sintetizaremos los partidos políticos (que son
entidades quebradas, partidas, rotas) en un entero a favor de la
humanidad.
Como la
democracia funcionará, los humanos nos agruparemos en átomos básicos
que
surjan de las actividades personales. Los compañeros de trabajo, la gente con
la que
comparto mis tendencias específicas (arte, deporte, familia,
barrio, etc.).
Y si esto
suena utópico, comprenderemos que las grandes realizaciones de la humanidad
primero fueron utopías.
Por lo que
le decimos no a ese sistema monstruoso que en pleno siglo XXI aun tiene humanos
presos por rebelión de conciencia, por oponerse a esas guerras que solo
benefician a los fabricantes de armas. Y como guardianes de Gaia
advertimos
que
las fuerzas de la Naturaleza están generando el cambio más allá de nosotros.
En el
fondo lo único que tenemos que hacer es dejar que suceda.
**
Disfrutemos
de todo sin necesidad de poseer, ya que cuanto
más damos más tenemos.
Un cambio
general empieza en esa pequeña revolución individual, que no espera
de
nadie sino
que realiza, comprendiendo que cada uno de nosotros es el gran
transformador
y que esta
civilización es una creación colectiva que entre todos
podemos humanizar.
**
Respecto a
las cloacas. Ya no irán más los desagües a
parar a nuestros ríos,
para
que nuevamente nademos en ellos o bebamos de sus aguas (si aun es posible).
Las
fábricas serán trasladadas de los lugares habitados y reinstaladas en
tierras alejadas e improductivas a nivel
agrícola. No amenazaran más la integridad de
nuestro hábitat. Tendrán grandes ventanales, buena música y no
serán más cajas cerradas que apresan a sus operarios, para así trabajar
en un ambiente saludable y bello.
No hay
objeto de ninguna índole que justifique un no a la vida.
Des-asfaltáremos
las tierras cultivables, dejando vías de comunicación directas.
Si usamos
menos autos, precisaremos menos calles y rutas.
Las
industrias serán co-participativas, pero los fundadores tendrán un
porcentaje de por vida sobre su producción, justo reconocimiento público
por haber tenido la iniciativa y
el
empuje de crearlas. La producción simplemente estará a nuestro
servicio.
**
Pariremos
con placer.
El parto
será una ceremonia sagrada, compartida felizmente por quien la futura
madre (o la pareja) disponga. Crearemos casas de nacimiento, donde
se celebre la llegada de los nuevos seres humanos con amor, música,
respeto, ritmo personal, belleza en el ambiente, para así evitar el clima de
enfermedad de un hospital.
Pese a que
en un mundo mejor estas instituciones también habrán evolucionado.
Las
cesáreas no serán más un buen negocio, sino un recurso justificado ante
una complicación inevitable. Bebes llegando a un mundo en paz y armonía
aseguran futuras generaciones evolucionadas y pacíficas.
**
No
existirá la censura. Los medios de comunicación
tendrán absoluta libertad.
Pero
desaparecerá la violencia en todas sus formas. Existen tantas películas de
terror y
dramas filmados que no vale la pena generar más miedos en la gente!
El arte
pacificará. Simplemente. No porque sea un arte simplista, sino que
dejaremos de fomentar la muerte, el odio, el espanto. Destruiremos las armas
letales existentes en la Tierra y que entupidamente hemos
inventado. Esas que usan los niños para ¿jugar? también
merecen desaparecer. Y todo emprendimiento que destruye nuestro hábitat
(como la minería a cielo abierto) acabará o sino le daremos jugo de
cianuro a los chicos en vez de un vasito de agua. Sin olvidar que
ese H2 O representa el 75 por ciento de nuestro cuerpo físico. ¿Sacrificar
la vida planetaria a cambio de adornarnos? Por lo que los metales que
extraigamos serán apenas para fines constructivos, nunca
ornamentales ni armamentistas. Es que la armonía ayuda a vivir, en
cuanto el espanto siembra eso, horror. Por lo que optamos por gozar la
vida, en vez de sufrirla.
**
Somos
imagen y semejanza de divinidad, reflejo de absoluto.
Elegimos
el bien para así vencer al mal. Pero, ¿que es el mal?
Simplemente todo lo que daña, duele a tu prójimo y a ti mismo. Todo lo que
lastima. El ser inofensivo modifica el planeta. No significa que no estés
consciente y combativo. Solo seamos suaves y firmes. Primero pongamos la propia
vida en orden. Si sólo se predica con el ejemplo: manos a la
obra.
**
La paz es
una práctica consciente, que nace en el alma de cada
uno.
Juntos
construimos los caminos para la salvación del planeta. Todos.
No
discutimos ya quien es el dueño de la verdad. Porque la verdad no tiene dueño.
La verdad
la vivimos en cada acto. La verdad se revela por si misma. Todos la vemos.
Todos sabemos cuando algo es naturalmente cierto. Sabemos,
por ejemplo, que el amor vence a las tinieblas. Que la tierra es de
todos. Y no solo de los seres humanos. Sino de todo ser vivo que aquí
habita y que debemos salvar de nuestra propia desidia.
Nosotros,
los seres humanos, que hemos ultrajado a la vida.
Estamos
dando ese salto cuántico que nos lleva a la curación.
Ayudando a
las multitudes a despertar. Y poniendo para siempre un límite a aquellos
que sólo buscan realizar sus intereses egoístas, usando un poder que ya
no le sirve a nadie, ese poder que se diluye, en nombre del bien general.
**
Alinear
nuestros cuerpos físico, emocional, mental y
espiritual al servicio de un
orden
mayor, al que podemos llamar Dios, Orden Divino o como quieras (inclusive
para un ateo hay un orden y una visión sagrada). Escuchemos a la trama divina
que
interfiere en nuestras vidas, para poder sentir hacía donde
va el camino y no
entorpecer.
Para no endurecernos.
La acción
es liberadora. La acción se une a la no acción cuando se sigue la
voluntad
suprema. Y esta se reconoce naturalmente, simplemente.
Porque no
cabe duda cuando uno, desde el corazón, hizo lo que debía. Sabiendo que no hay
que aferrarse a nada. Entendamos que podemos vivir muchos años más o
apenas un minuto, ya que la impermanencia es
ley de la vida.
Dicho de
otra manera vivimos el constante presente, con alegría. Sin miedo ya que
en general todo es relativo.
**
Construimos
una sociedad donde el reloj fue un instrumento imprescindible, pero ahora el tiempo natural regirá nuestras vidas.
Tengo hambre: como; tengo sueño: duermo. Siempre, claro, procurando
refinarnos y aun más,
afinándonos
como si fuéramos un instrumento musical
Sigamos a
la vida, no la forcemos, así ella toma su
verdadera forma.
Es que
tiene su propio ritmo, su propio latir.
Es
cuestión de estar abierto a las señales, poner lo mejor de nosotros mismos
y elegir
el camino que naturalmente se abre.
**
Empecemos
por nuestro cuerpo físico, sabiendo que es un templo.
Amemos cada átomo. Solo amándonos y aceptándonos podremos amar a nuestro
prójimo. Y ser amados. Alimentarnos sanamente es el primer paso. El
cuerpo responde, el cuerpo avisa. No es un cubo de basura. Bien dijimos
que es un templo.
Naturalmente
la humanidad evolucionará hasta dejar de comer a otros animales.
Estos
volverán a vivir libres, en reservas. Ayudarán a la sobrevivencia de
todos abonando las tierras. Es que a buen abono... buen
fruto.
**
Es posible
que un ser humano funcione más equilibradamente, inclusive siendo carnívoro. Comer animales
criados piadosamente es un pequeño avance.
Por
ejemplo los pollos y gallinas están siendo industrializados. Viven en
jaulas mínimas. Son condenados a una existencia nefasta, con luz
eléctrica prendida día y noche para acrecentar la producción de huevos.
Son alimentados con sustancias químicas y les dan hormonas que finalmente
consume la humanidad. Y esto sucede, de
distintas
maneras, con todo tipo de animales que son considerados apenas
“carne”. Esto es bestial. Lo que se hace con ¿las
bestias? es bestial.
Innumerables
especies animales y vegetales están desapareciendo de la faz de la
tierra. La caza furtiva o deportiva
se ha convertido en genocidio. La pesca industrial extermina, sin
respetar el derecho a la vida Los embutidos, además de ser una suma de
sobras de los mataderos, tienen gran cantidad de conservantes. Los
alimentos transgénicos son un camino sin retorno. No se sabe a ciencia cierta
que consecuencias pueden tener sobre nuestro organismo. Depende de todos
cambiar, de poner a funcionar nuestra consciencia y ser capaces de cuidar
de nosotros mismos.
Solo
entonces podremos ocuparnos de ayudar a nuestro prójimo.
Podemos
disminuir radicalmente el consumo de frituras (cancerígenas) ,
simplificando
nuestra alimentación. Menos enlatados. Más frutas. Hay muchos
métodos como también hay muchas tendencias: vegetarianos,
macrobióticos, veganos (no comen animales ni productos derivados de
estos), respiratorianos (se alimentan de prana, energía vital).
Pero
comamos lo que comamos, agradezcamos a la tierra que nos sustenta.
**
Respecto
al tabaco: sabemos que puede generar
cáncer, enfermedades cardíacas,
ulcera de
duodeno, muerte súbita, etc. Pero para varias generaciones ha sido un
paliativo, un vicio, un placer.
Ese miedo
al vacío que la humanidad sustenta, llenando todo con cualquier cosa.
Otra cosa
es el tabaco usado como planta sagrada, fumado por algunos pueblos
originarios, en momentos de unión y celebración.
Llevar a
la conciencia el acto de fumar, es no hacerlo mecánicamente, sino sentarte
a fumar con la mente tranquila y sabiendo que hace mal, pero te encanta.
Siempre va a
tener un
saldo positivo, no colgarte un cigarro de la boca mientras haces otra cosa .
Será
cambiar formas mecánicas por actos concientes.
Respecto
al alcohol no podemos menos que darnos
cuenta de que una buena parte
de la
gente esta siendo dominada a través de este flagelo. A las grandes
empresas les conviene que sus empleados pasen las horas libres
borrachos, ya que la inconsciencia lleva al no cuestionamiento.
Pueblos
enteros están hipnotizados. Ulceras, cirrosis, violencia son consecuencia del
alcoholismo. Familias destruidas. Vidas acabadas. Mejor un vinito en la
comida, un celebrar suavemente. Pero nunca depender de nada. Jamás
obnubilar nuestra conciencia, para así poder ser libres.
Respecto a
las drogas comencemos por diferenciarlas.
La
marihuana pasa por las mismas circunstancias del tabaco. Y perjudica menos
nuestro
cuerpo físico que el primero. También en este caso la dependencia hace la
trampa. Es usada por enfermos terminales con excelentes resultados y
también
como santa
María, planta de poder, por grupos religiosos. El uso sagrado hace la
diferencia. Existen otras drogas empleadas para auto conocimiento (santo
daime,
san pedro,
ayahuasca, peyote) y creo, que en un mundo evolucionado, quienes
quieran
hacer esas experiencias de ultra conciencia serán contenidos en templos guiados
por sacerdotes o médicos y no perseguidos por corporaciones
dirigidas generalmente por personas corruptas y viciadas en drogas
terribles (cocaína, la droga del sistema, o heroína, la droga de la
destrucción). En todo caso lo mejor es circular por la vida sin ningún tipo de
dependencia, sintiendo perfección y belleza dentro y fuera nuestro.
La
conciencia es el camino que lleva al placer y a la alegría por aniquilación
natural de la oscuridad y el mal. Pero en todo caso dejemos de persecuciones
absurdas que esconden a los verdaderos infractores, los que no aman, no
perdonan, no sirven a sus semejantes. Cada uno es responsable de si mismo y
puede obviamente elegir su camino en libertad. El límite es no interferir
el límite del prójimo.
Entonces,
primer paso: un cuerpo sano, que refleje la vida maravillosa que tenemos. Y si,
que nuestra comida sea el camino de cura. Nuestra mansedumbre y paz
alejen las enfermedades. Desarrollando disciplinas que cultiven un cuerpo
en armonía. Yoga, tai- chi, chi-kun, pilates, gimnasia, nadar, correr y tantas
otras posibilidades (como ser felices. amando y perdonando).
Tomando agua, mucha agua, el gran regenerador de nuestro cuerpo. Teniendo
conciencia del poder de la palabra (cortando y anulando todo lo que digamos
en contra de uno mismo, de los otros o del planeta).
Haciéndonos
cargo de nuestras acciones, palabras y obra.
**
Hablemos
del dinero. Lo pusimos en primer lugar, sin
darnos cuenta que es un papel que simplifica el cambio de mercancías y
servicios y no el objetivo de nuestra existencia. Si trabajamos en
nosotros la capacidad de dar sin miedo, abrimos las compuertas de
la abundancia. Así visualizamos la materia como a un mar en
movimiento y dejamos que circule por nuestras vidas sin necesidad de
acumularla. No nos centramos en ella, para que llegue a
nuestras manos desde los lugares más inesperados. De que sirve la
riqueza, ya que una persona solo puede usufructuar una cantidad
limitada de materia... y no más. Aunque te gusten las fresas, si
comes de más te indigestas. Por más que te gusten los zapatos,
amontonar cien pares (como algunos hacen) solo puede incomodarte. La
acumulación genera putrefacción. Que el dinero se limite a la propia
capacidad de consumir y que no sea más el centro de la sociedad, el
motivo de la existencia. Que sea apenas un medio operacional, entre
tantos otros como los cambios directos, las monedas virtuales, los
intercambios de servicios. Acabemos con la sociedad, que implica un trato
comercial entre la gente y partamos de la base que estamos construyendo una
nueva civilización, donde velamos juntos por el bienestar de las próximas
generaciones, que precisan que seamos guardianes de Gaia, el planeta
Tierra. Renunciemos a intereses particulares, a favor del bien
común
El interés
material va a pasar a segundo plano. Vamos a ser ricos si amas y te aman
Es que así
el universo puede apoyarnos. Hay un dicho maravilloso.....cuando abrimos las
manos abarcamos el universo, pero al cerrarlas queriendo retener,
solo resta la nada.....
La
injusticia, los actos inhumanos, el
desequilibrio social van a desaparecer. Acompañaremos este amor vasto, con una
actitud individual de ahorro de recursos naturales. Es una cuestión de
conciencia. De entender que un cuaderno esconde entre sus hojas un árbol, el
árbol que fue tirado abajo y procesado para fabricar papel.
Internalizar
que cada objeto que utilizamos lleva consigo el tiempo de alguien que lo
fabricó. Fue casi sin darnos cuenta que construimos la sociedad del
desperdicio, de la acumulación innecesaria, del desamor, la
posesión y el miedo. Pero ya está cambiando.
**
Veamos
ahora los caminos para curar el cuerpo emocional.
Comienza
en ese amor a Dios (o como llames a esa perfecta guía que habita en nuestro
interior), escuchando al Ser Superior que habita dentro de todo ser
humano
y que es
inherente a todo lo que vive.
La
realización se logra amándose y aceptándose. Somos lo que elegimos
ser.
Y el
armonizarse trae como consecuencia amar desapegadamente a todos los
seres que nos rodean. Entender que por alguna razón estamos relacionados. Y que
tenemos que aprender uno del otro. Tanto de los aciertos como de los errores.
Lo
principal es perdonar y perdonar y perdonar. El perdón nos libera del otro.
Permite
que la energía circule. Nos libra de aquellas enfermedades generadas
por el
odio, esas úlceras y cánceres nacidos en sentimientos tragados, detenidos,
masticados. En cambio al perdonar nos liberamos de ataduras, dejando los
acontecimientos correr como en un río de aguas que fluyen.
El amor
desapegado permite caminar junto a otro sin experimentar sentimientos dolorosos
como los celos, la posesividad. Saber que con quien tenemos que
estar, estaremos, ya que nuestra relación se desarrollará libremente, con
naturalidad.
Dicen que
lo que a uno le pertenece no se lo puede perder aunque se lo tire.
Nuestra
sociedad ha visto degenerarse las relaciones de pareja .El siglo XXI pide a
gritos} la creación de nuevos paradigmas, que sustenten una conducta
general. Donde los individuos no estemos condenados a
una esquizofrenia social, la que llegó a parecer inevitable. Sino
que cultivemos los vínculos, entendiendo que a los amigos uno los elige
por afinidad, pero que la familia la hereda para así aprender a tolerar,
aceptar, transformar. Que el amor guíe las relaciones
humanas. Sabiendo que al criticar estamos condenando por soberbia, porque bien
dijo Jesús *No juzgar para no ser juzgados*. Concienciandonos que lo que
más suele molestarnos de los otros son nuestros propios defectos. Es que somos
espejos unos de los otros. No lo olvidemos.
Y en
realidad dejemos de luchar y también de condenar y fluyamos día a día en
la magia del aquí y ahora.
La
aceptación casi general de alteraciones de la sexualidad como la homosexualidad, trae al tapete la necesidad de
una sociedad libre, no libertina. Donde cada uno opte por el tipo de
pareja que necesita, sin condena. Pero sabiendo que el sexo es una
ceremonia sagrada, donde debemos conectarnos con nuestro Yo Divino y no un
encuentro casual con otro ser, donde abro mi mente y mi cuerpo al placer de lo
prohibido. Entender que en los códigos de las relaciones
personales, cada individuo es responsable por sus elecciones, que
lo llevan inevitablemente por diferentes caminos de enseñanza y que, mientras
no haga daño y ame con un amor sincero, es dueño y responsable absoluto por el
uso de su libre albedrío.
La nueva
civilización es la Era del Amor venciendo a la Era Atómica.
La Era del
Perdón liberando a los individuos.
El
matrimonio será sostenido como una opción sagrada, que permita profundizar
el
relacionamiento con otro ser desde una perspectiva laberíntica. La posibilidad
de conocerlo profundamente y compartir el camino sagrado de la
existencia, como un todo, pero sin perder la
individualidad. El placer de estar
juntos. De compartir metas. Ideales. De compartir, de
ser posible, ese lugar que siempre puede ser maravilloso: el hogar. Ese
espacio físico donde nos reflejamos en cada rincón, en cada objeto. Ese segundo
cuerpo que es nuestra casa.
Las
familias seguirán el ejemplo que a mediados del siglo pasado propuso Aldous
Huxley en su libro La isla: los niños tendrán la opción de familias auxiliares.
Estarán con quien elijan. A su vez los relacionamientos neuróticos serán
trasmutados conscientemente.
Nadie se
quedará patinando en la desgracia, sino que los conflictos serán
resueltos
por
consenso, en círculo sagrado. Esta revolucionaria forma de encuentro,
enseñada por pueblos originarios, consiste en reunirse en rueda, girar un
bastón sagrado (bastón de la palabra) entre los participantes, que solo
al recibirlo hablan.
Al
terminar de hacerlo lo pasan al compañero de al lado, que si quiere se
expresa
y sino
bendice y se lo pasa al próximo. En las decisiones tomadas en consenso,
se trabaja
hasta afinar las opiniones en un punto medio, que refleja el pensar de todo
el grupo.
Cuando se ha llegado a este acuerdo el bastón gira entre los
participantes,
que
aprueban con su silencio.
Esta es la
forma en que una humanidad consciente toma
decisiones.
Por lo que el mundo emocional de los humanos será en paz, aceptación y
encuentro. Ya no trataremos de forzar a que los
demás coincidan con nuestros pensamientos,
sino que
seremos tolerantes. Entregaremos todo a la rueda de la vida, que ella se
encargará de enseñar. Porque a este planeta vinimos a aprender.
Será bueno
evitar las relaciones casuales, alimentadas por la pasión, pues generan
sufrimiento.
Y ya pasó el tiempo de sufrir. El dolor es otra cosa, el dolor puede llegar a
ser inevitable. Pero sabemos que es un maestro más de esta vida.
Nada se
prohibirá, ya que nuestros pequeños humanos serán criados en libertad
y
con consciencia de libre albedrío.
**
Bueno es
reconocer a tu alma gemela, encontrarla y
compartir con ella tu vida.
Pero si
uno no tiene ese premio karmico, sabrá amar desapegadamente a los seres que lo
rodean, sin inventar relacionamientos pasionales por el simple hecho de no
estar solo.
Soledad será Edad del Sol. Una oportunidad de brillar con la propia
luz de tu ser.
Que el
mundo emocional de cada uno sea un mar en calma, donde las olas
fenomenológicas sean observadas, nadadas, nunca temidas, porque
sabemos que pasan. Que haya conciencia de impermanencia en todos.
Pero que
el amor sea en plenitud y despiertos.
**
Y llegamos
al Plano Mental. Tan intimo y sin embargo con
tamañas repercusiones en el mundo material, ya que lo que pasa por
la mente , queda plasmado en la materia. Todo lo que decimos, todo lo que
pensamos se vuelve realidad
(el
génesis dice: en el principio era el verbo).
No
permitamos que el mínimo pensamiento oscuro atraviese nuestra mente.
Y surge la
eterna vigilancia que los discípulos del camino debemos sostener.
Testigos
de nuestros pensamientos y de nuestras acciones, sabemos las
consecuencias que pueden tener.
Ley de
causa y efecto. No hay acción que no cause una
reacción.
Salvo la
no acción, el camino del medio, el Tao que Lao Tsé con tanta perfección
nos enseñó.
Ahí vivimos el equilibrio perfecto, el punto de mágica armonía que puede
cobijarnos. Y aprendemos a ser alquimistas y trasmutar todo pensamiento o
sensación
de
oscuridad que nos invada. Pensamientos negativos son
neutralizados, quitándoles poder en nombre de la luz. Y si el
miedo u otra enfermedad de ese tipo nos toman, en
el mismo
instante pedimos milagro. Pasamos a entender lo
importante que es vaciar
la mente.
Poder vivir cada instante plena-mente. La mente plena y sin embargo
vacía.
La máquina
no solo frenada, sino anulada. Para poder vivir... en vez de pensar que estás
viviendo. Simplemente respiro, camino, río. Y a pesar que cuando
hago algo,
lo hago
plenamente y en conciencia, vacía de expectativas, sé que todo es relativo.
Entonces
nuestra mente se vuelve una servidora de nuestro ser y ya no pretende dominar.
Dejamos de pensar como loritos descontrolados y nos volvemos testigos de
nuestros pensamientos, que sabemos generadores. Agradeciendo las crisis
que podamos atravesar, reconociendo que estas nos llevan a vivir despiertos,
atentos, movilizados en vez de hipnotizados. A estar vivos.
**
Y pasamos
al plano espiritual. El refugio de nuestro
ser. Más allá de la personalidad. El lugar donde el cambio del
mundo comienza: uno mismo.
He ahí el
estallido primario. La eternidad y el segundo iendo de la mano.
Ahí la
visión, la impermanencia y el gran desafío. Ser mejor a cada instante.
Reflejar
la divinidad. Reflejarnos en cada acto. Procurar imitar a aquellos
maestros
que encarnaron
en el mundo y guiaron a la humanidad a través de la historia.
Con
conciencia cristica, con piedad amorosa.
Un
espíritu en calma. Observando. Purificando.Creciendo.
Y con
nuestros cuerpos alineados, meditar.
Meditar
sentaditos a la mañana para bendecir y milagrear el día, pero también meditar
en cada acción. Muchos son los caminos de la meditación, muchos los
maestros, las escuelas, las tendencias. Sin embargo todos los caminos conducen
al mismo puerto.
Al puerto
que, como tiene muchos nombres, no le importa definirse. Porque es lo que es.
Lo que al agarrarlo desaparece y lo que al soltarlo todo abarca.
Dios, el
Universo, la Vida. No importa como lo llamemos.
Con teo o
sin teo, el ser humano solo puede maravillarse ante la magia de la vida.
Ante la sutil
transparencia de cada acto.
Porque la
nueva humanidad, que es tan antigua, ha despertado.
**
Infinitos
son los caminos de la meditación. La guía
verdadera habita en nuestro interior.
El
afuera enseña, pero el adentro conduce.
Sentarnos
mañana a mañana, al despertar. Sintonizarnos con las fuerzas luminosas.
Con los
ojitos cerrados visualizar el templo de luz que desciende a protegernos y a
sutilizar nuestras percepciones. Unirnos al corazón de cristal del planeta con
raíces
de
energía, venas de energía de tierra liquida que recorren su
interior. Y permitir que crezcan de la punta de nuestra cabeza (del
chakra coronario) ramas de luz divina que nos unen al punto de iniciación del
cosmos. Inspirando paz y equilibrio, siendo,
Somos en
la respiración, en el sonido o el silencio. Somos luz. Y es la luz la que pasa
a ser en nosotros, permaneciendo en éxtasis.
Antes de
volver al cuerpo bueno es afianzar la red de luz con nuestros hermanos humanos
despiertos, reiniciando el girar y girar de nuestro chakra de la Pachamama, en
el interior de Gaia. Luego, reactivamos nuestro chakra estrella, que gira
y gira en medio del cosmos uniéndonos en redes de luz con todos los
seres de bien de la galaxia y del universo. Siempre agradeciendo y
dispuestos a servir a nuestro prójimo.
Unos
rezan, otros meditan, otros trabajan en silencio agradeciéndole a la vida sus
manos, sus piernas, su alma. Unos rezan rosarios, otros sus malas, otros
dibujan en silencio. Los caminos llevan finalmente a la
realización. De dios, de uno mismo, de ideales o de aspiraciones.
Pero todos estamos en esta vida para ser mejores.
**
Nació...
y está creciendo una nueva civilización. No
digamos sociedad, porque suena a comercio. Digamos si: una nueva alianza. Una
alianza verdadera, que abarca a todos los seres de buena voluntad del
planeta .
Injusticia
e inhumanidad desaparecerán de la faz de la tierra. Ya no más
guerras.
Ni entre
naciones ni entre razas y ni siquiera en el seno de la familia y menos
aun dentro de uno mismo. Ni una muerte más, sea justa o injusta La
vida espera por todos.
Basta de
bombardeos, sea de palabras, propagandas o balas. Vamos a calmarnos y a empezar
de nuevo, una y mil veces. Por nuestros hijos, por vos, por mi, por
todos.
**
La vida
tiene su propio latir. Si vivimos en consciencia
podemos sentir ese pulsar que nos lleva a buen puerto. Esto
significa seguir la línea de menor resistencia, sin forzar.
Siguiendo el camino que se abre. Es que si algo no se da naturalmente, es mejor
renunciar.
En otras
épocas nos enseñaban a luchar denonadadamente por aquellas cosas
que se
creían imprescindibles. En cambio en este eterno aquí y ahora te digo que si
algo no se abre, des un salto cuántico y experimentes por otra vía. Y si
aun ahí no se da, será mejor pensar si ese, por el que pretendes luchar, es el
camino cierto. Esto no significa renunciar a los ideales, eso nunca.
Simplemente representa la nueva visión humana,
que sabe
que cuando algo es verdadero y necesario, sucede.
Es
que entonces el universo conspira a nuestro favor.
**
Que todos
los seres humanos podamos abrir las compuertas de la alegría. Y no tener vergüenza de la oscuridad que pueda rodearnos
o la que aun podamos contener. Observemos nuestra luz y nuestra
sombra, para simplemente hacer lo posible, sin forzar, para que el cambio se
de. Y como hace siglos pregona el I Ching saber que... la mejor manera de
vencer el mal es hacer grandes progresos en el bien.
Calmar esa
batalla campal que suele suceder dentro de cada uno y estar en paz.
Y saber
que ya no es tiempo de ser ermitaños o indiferentes a la suerte general.
Vivimos
con los otros y es por todos que hay que proteger todo lo bueno que hay
en el
mundo, mas allá de la diversidad de pueblos y culturas. Y al mal
humor volverlo bueno. Muy buen humor.
Que de
este matete solo zafamos si somos capaces de reírnos de nosotros mismos
y de las
patrañas de la vida y de la sociedad .
**
Por lo
tanto, si estamos en medio de nuestras pequeñas maravillosas
vidas, donde la impermanencia física es por ahora inevitable, pongamos
atención en que nuestras acciones sean correctas y nuestras metas claras.
No sabemos cuando habremos de desencarnar, por lo tanto la oportunidad es aquí
y ahora. Ya no podemos ser condescendientes con nosotros mismos y tampoco con
el estado en que hemos dejado nuestro hábitat, el amado planeta tierra
Todo tiene
que mejorar ya, en este instante. Mas allá de lo que esté pasando alrededor
nuestro, podemos cambiar. Volvernos seres luminosos.
Que el
amor por nosotros mismos y por todos los seres vivos prevalezca.
Y no es
que estemos en contra de los avances tecnológicos, pero estos deben estar a
nuestro servicio y no nosotros al servicio de ellos. Utilizar todo de manera sustentable,
sin dañar, sin acumular. Saber si nuestros actos presentes serán benéficos a
largo plazo.
Generaciones
de generaciones esperan que actuemos como sabios herederos de un bien de
todos; el Planeta Tierra.
**
Los
basurales de nuestras ciudades causan espanto. No solo
por la falta de formación de la gente para reciclar, reutilizar, separar;
sino por el dolor que causa ver niños trabajando en los basurales o
revolviendo deshechos para encontrar un poco de comida. No admitimos que
los tachos de basura de los ricos alimenten a los pobres.
Cuidemos
nuestra basura, devolvamos a la tierra toda materia orgánica para
así convertirla en compost. No creer dispensable ni
indispensable cualquier objeto.
No comprar
compulsivamente ni tirar a la basura inconcientemente. Vencer a la sociedad de
consumo y suplantarla por la civilización del amor, cuidando al planeta
concientemente.
Que la
alegría sea una práctica y una opción inevitable.
¿De que
nos sirve vivir amargados, disgustados con todo y todos?
Mejor
intuir el ritmo propio de la existencia. Este nunca es forzado, lo forzado es
siempre una opción de nuestro ego.
Ser
simples y naturales, siguiendo las opciones de nuestro Yo Superior, siempre.
Siendo testigos de nosotros mismos , inofensivos.. Sin causar daño a nuestros
semejantes.
Dando
amor. Haciendo el bien para uno y para todos. Preservando la naturaleza.
Cuidando tanto del hermano como del enemigo. Convirtiendo a la familia en una
oportunidad de crecimiento y de amor y no en un infierno. Así le abriremos
camino a la alegría.
Y no será
que no nos importe la oscuridad que pueda rodearnos, sino que no le daremos
fuerza de presencia. Ni un día más con guerras en este
planeta. Ni una muerte más, sea justa o injusta. La vida espera por todos.
Basta de
bombardeos, sea de palabras, propagandas o balas.
La paz es
una práctica consciente, que empieza en el alma de cada uno.
Nos damos
las manos para juntos construir los caminos para la salvación del planeta.
Todos. No
discutimos ya quien es el dueño de la verdad. Porque la verdad no tiene dueño.
La verdad la vivimos en cada acto.
Sabemos
que el amor vence las tinieblas.
Pase lo
que pase… la vida es una gran oportunidad.
**
La
comunidad se desarrolla en círculos concéntricos.
Comienza
en la alineación del propio ser.
Continúa
en la aceptación y armonización familiar.
Se ilumina
con la direccionalidad de las intenciones con las personas que se convive.
Y se
completa en la interrelación luminosa con toda la humanidad.
Siempre
conscientes del barrio, del pueblo, de la ciudad, del planeta.
Y
abriéndonos sin miedo al desconocido cosmos que espera nos curemos.
La
solución es la transformación de la conciencia individual.
Desmasificar
para así integrar una cultura de amor, perdón, de co-creación,
que lleva
al cambio en todos los planos de la existencia.
Comprometido
cada ser humano a multiplicar un estado de conciencia y hermandad que
es la base de ese paraíso que somos capaces de reconstruir.
li mayerGuía para humanos conscientes
Porque la Utopía se vuelve Realidad.
li
mayer
El planeta
se transforma en la medida en que cada uno lo hace,
ya que
al sintonizarnos con campos magnéticos de luz y felicidad,
los
atraemos hacia nosotros, modificando nuestra realidad.
Teniendo
el claro propósito de no ceder ante el caos,
así
la tierra vuelve a ser el paraíso.
Para que
así sea, deberemos reestructurar el orden mundial.
Una
humanidad consciente tiende a ser feliz, así como un ser
humano
consciente
sabe que todo empieza en lo más profundo de si mismo.
Por eso su
conducta jamás daña.
Cambia
de adentro hacia afuera ya que una generación de niños felices merece
que
liberemos al planeta de toda falsedad y limitación política,
económica o
social,
creando una nueva forma de ser basada en la libertad y el amor desapegado
.
Es el fin
de las sectas. Evolucionamos juntos o juntos veremos al
planeta tierra destruirse.
Basta de
dominio, el poder de unos sobre otros está llegando a su fin.
Heredamos
de pasadas generaciones la creencia de que la injusticia y el
sufrimiento
son algo normal e inherente a la vida, pero llegó la hora de
ser felices
ya que el
mundo es una creación colectiva que en segundos y entre todos podemos
transformar.
**
La
humanidad no puede actuar en contra de si misma.
Claro,
dirás, poder puede, ya que nuestras aguas están contaminadas, en muchas de
nuestras ciudades el aire es irrespirable y la tierra ha sido arrasada por la
deforestación
y los
agroquímicos. Pero no sintonicemos con el lado oscuro de la luna.
Simplemente
veamos los pasos a dar, para que este mundo dominado por una sociedad
perversa... sea un planeta cuyos habitantes construyamos juntos una nueva
civilización,
basada en
el amor, el perdón, la capacidad de compartir. Fluyendo a través de la
trama de la vida. Sabiendo que todos somos guías y discípulos.
Confiando
en que saldremos de este estado de caos y construiremos
un mundo en
paz.
Donde el gran cambio se dé a través de la conciencia. Si un barco se
hunde,
los
tripulantes saben que se hunden con él. Y Gaia, la tierra, esta
amenazada.
Es hora de
cambiar. Y de cambiar ya.
Pase lo
que pase... la vida es una gran oportunidad.
Ahora es tiempo
de vivir. Ahora es tiempo de transformar. No
mañana ¡Ya!
**
Un gran
movimiento está aconteciendo...
es el
inevitable camino del amor consciente y desapegado, semilla que se
expande
en el
corazón de la humanidad y se convierte en una enredadera que nos abarca
en red
. Estamos volviendo a la fuente. Amasando con amor el
pan, en vez de intoxicarnos con sustancias químicas.
Plantando buena semilla, esa que dan las propias plantas y acabando con
los monocultivos que arrasan las tierras cultivables. Anulando el poder
de patentes, cuyos dueños pretenden vendernos semillas
híbridas en vez de apoyar la creación de bancos de semillas que
aseguran plantaciones que curan a la Pacha, en vez de agotarla. Si el
problema es la supervivencia: sembremos, en vez de especular
**
Los seres
humanos nos hemos aglomerado en ciudades,
en donde
las condiciones de vida de la mayoría son infrahumanas, ya que
muchos de sus habitantes no tienen posibilidades de vivir bien, porque el aire
ha sido contaminado por el monóxido de carbono; la violencia impera
en sus calles y la gente vende sus horas por un dinero que suele
deber, ya que los créditos (con los que compran objetos tantas
veces prescindibles) los apresan a ese sistema que hemos inventado.
Pagar la
casa en treinta años, el auto en diez, el lavarropas en cinco
suele
significar haber empeñado la vida a plazo fijo.
Otros se
han quedado en el campo, guerreros de la resistencia (porque alimentan a
la
humanidad y encima soportan que los bancos los aprieten
con préstamos tramposos, que muchas veces ponen en riesgo sus
bienes).
Las
tierras laborables o están cubiertas por el cemento que cubre
huertas y jardines
o son
usadas como canchas de golf o para pastoreo de un ganado que no nos
conviene comer. Por otro lado, el alimento fundamental para
la vida: el agua, está en gran parte contaminada.
¿Que piensan que van a tomar nuestros hijos?
**
Con
guerras absurdas, donde los únicos que ganan
son los fabricantes de armas,
Con un
planeta donde la buena gente se siente acorralada por ese sistema
que no entiende, pero que lo esta apretando por todos lados, con
gobernantes dedicados al enriquecimiento ilícito (que se creen dueños en
vez de servidores), con monocultivos
que
empobrecen nuestras tierras, con bosques talados, con cárceles
inhumanas, con tachos de basura llenos de comida despreciada por los ricos...y
con las panzas vacías de los pobres… ¿adonde vamos?
Así no se
puede, esto tiene que empezar de cero.
Y tiene
que ser a través del amor, la solidaridad, la tolerancia.
**
Las
siguientes son ideas semilla para construir una civilización sana.
Propuestas
para que ese ansiado cambio suceda, ítem por ítem.
Porque
paso a paso, casi en forma desapercibida, iremos viviendo de esa manera
nueva, que tiene su origen en la vida de cada individuo
(pero que
espeja consecuencias en la organización planetaria).
Redistribuiremos
la tierra por regiones y las que pertenezcan a terratenientes,
ganaderos
o los terrenos improductivos serán repartidos (sin violencia, con amor)
entre
todos aquellos que quieren vivir y trabajar en el campo.
Porque no
acumulamos, pues cuanto más damos más tenemos.
Lo hacemos
por respeto a la Pachamama y a sus frutos
Por
respeto a la humanidad.
Las
tierras usadas para bien común serán respetadas, ya que la gente debe
vivir con
seres
afines. Dejaremos de pensar como egoístas esquizoides y nos ocuparemos
del bien general.
Los países
desaparecerán de la faz de la tierra y los humanos nos
reorganizaremos comarcalmente, pero con visión global.
No
ignoraremos los problemas que puedan tener otras regiones y seremos
drásticamente solidarios. Desmasificando, viviendo un proceso de
ampliación de la conciencia
para
integrar una cultura de amor, perdón, co-creación,
que
llevará al cambio en todos los planos de la existencia.
Las
comunidades, cooperativas u otras sociedades de bien común tendrán el apoyo
de
todos. Sin dejar de lado la visión individual, ya que aprenderemos
a escucharnos
los unos a
los otros y a consensuar nuestras decisiones. Y también nos permitiremos
oír a esa
pequeña y profunda voz que en cada uno habita y que es la mejor guía a seguir.
La voz de nuestro yo superior, la voz de la conciencia. Entendiendo que
somos naturalmente y potencialmente libres. Libres al
elegir. Libres cuando actuamos como autómatas y libres también cuando somos
capaces de pilotear la aventura de nuestra propia vida.
**
Ya que
muchos quieren vivir en ciudades, las reestructuraremos, salvando su belleza, pero humanizando la vida en ellas.
Entendiendo que de la mano del hacinamiento vienen el hambre, la
suciedad, la desconfianza, las enfermedades
y la
violencia. Terminaremos con todo esto, antes que tanto horror
acabe con
nosotros.
Y le encontraremos la vuelta a este matete.
**
Una
solución en cuanto a la escasez de combustibles es utilizar formas alternativas para producir energía (aire,
agua, bio combustibles, pero no los que generan mono cultivos que llevan a la
desertificación) para recomponer la atmósfera.
Los
vehículos serán de uso comunitario, restringido a necesidades específicas e
inevitables. Antes de que el petróleo se acabe , actuemos.
No
utilizaremos más agro tóxicos ni permitiremos alteraciones genéticas,
entendiendo
que el
planeta es un ser vivo que no puede soportar tanta agresión.
Los
basurales actuales son heridas de la tierra (pañales descartables, latas,
vidrios, pilas, millones de bolsas de plástico, todo mezclado
inescrupulosamente).
Construyamos,
en cambio, una cultura del desperdicio, para compostarlo, reciclarlo,
reutilizarlo
con inteligencia y sentido de sustentabilidad. Porque si no
reaccionamos
rápidamente,
nuestros descendientes van a ser realmente mutantes, aprendices de
autómatas.
Por esto es hora de decidir y pasar del inconsciente colectivo a un
estado de consciencia generalizado y activo.
Dando por
liberadas micro regiones, independizándolas del poder central de
los países
del sistema, para establecer en el planeta regiones de luz,
donde el
amor, la libertad y el bien común sean las principales metas.
Creemos en
las fronteras geográficas o climáticas, pero no en las
fronteras políticas.
Es hora de
acabar con tanta falsedad.
**
Si
en las grandes ciudades expropiamos cada diez manzanas una y plantamos en ellas
huertas comunitarias, de cuidado rotativo y distribución
generalizada,
usando
métodos de agricultura sustentable, bio intensiva o
permacultural paliaremos
el flagelo
del hambre Si en vez de cementar las raíces de los árboles,
sembramos frutales, en franjas a lo largo de las aceras, educando a los
pobladores a no saquear
los
frutos, sino a socializarlos una vez maduros, veremos surgir de nuevo el pulmón
ciudadano. Entre los árboles podemos construir juegos para
los niños y bancos para todos. Los corazones de manzana pueden también
ser placitas comunitarias, para uso múltiple de los habitantes del
sector. Y usar balcones, terrazas y azoteas como
lugares propicios para la siembra. Fundamental es la
formación de la gente.
Sin
persecuciones, simplemente educándonos unos a otros.
Es a
través del amor que los cambios suceden.
**
La
justicia reinará en nuestro planeta cuando los
empleados públicos y políticos sean servidores en vez de usurpadores de
un poder inexistente. Supervisados por consejos de inspectores que
les impidan robar y actuar impunemente. Cuando cobren sueldo
mínimo (igual a un jubilado). Inmediatamente los salarios de todos
tendrán el mismo poder adquisitivo, la misma capacidad de consumo que todo ser
humano merece. Y espero que sea vasta, porque vivimos en un universo
pródigo, solo que la riqueza está en manos de unos pocos. El
cincuenta por ciento de la población mundial recibe el uno por ciento de
los bienes materiales en circulación.
Por lo que
espero que a nadie le sobre. Y que a nadie le falte. Sino que se reutilice toda
materia, porque la acumulación conlleva putrefacción y es una muestra de
desequilibrio.
Desaparecerán
las clases sociales y el ser humano solo se distinguirá por merito propio
y no por
los bienes materiales que posea. Saber que ser rebelde es apenas
ser uno mismo, con coraje y conciencia. Todos podemos ser fieles a nuestras
ideas, sin miedo
ni
limitaciones. Si no se daña a terceros, el camino individual se abre y es la
sal de la vida. Los que optamos por ser felices y plenos, no permitimos
que oscuros buscadores de poder y gloria personal nos opriman
ni nos detengan con leyes inservibles, ya que los que las dictan en
general no las cumplen. Estamos recorriendo el camino hacia una nueva
humanidad, al terminar con esa era de persecución y miedo que marcó
nuestra historia. Merecemos ser felices. Y de
todos depende.
Cada uno
puede vivir según sus propias normas, hasta el límite natural que el prójimo le
impone.
**
La
inviolabilidad domiciliaria será respetada y solo se podrá infringir si algún miembro de sus
habitantes corre peligro. Conocemos ese dicho que dice
“ hecha la
ley, hecha la trampa”, por lo que hartos de injusticias nos declaramos
maleables, permeables, vivos. Nadie puede imponer su razón a otro.
Consejos de niños y ancianos guiaran los caminos que debemos tomar. Toda
la parafernalia de leyes obtusas que defienden a la elite que se cree dueña del
planeta, será modificada, suplantándolas por leyes simples que ayuden en
un camino de luz, paz, amor y alegría para toda la humanidad.
La casta
de políticos, policías, militares, burócratas, jerarcas de medios de producción
y
comunicación, religiosos inescrupulosos … desaparecerán de la faz de la tierra.
Serán
suplantados por representantes de los diferentes grupos y regiones, que
ayudaran a
organizar los caminos para vivir en un mundo mas equilibrado.
Todo se
decidirá en asambleas. Pero elegiremos el bien común, sino, simplemente,
la raza
humana desaparecerá, devorada por sus propias fauces.
En vez de
guerras sembramos alegría. Compartir, dar, amar, perdonar.
**
Todo acto
de corrupción así como de violencia será transformado.
Actuaremos
preventivamente en vez de punitivamente.
Nos
ocuparemos que los juicios sean cortos y justos.
No habrá
cárceles como las de estos tiempos, que en su mayoría son lugares
con regimenes brutales e injustos. Los humanos que actúen equivocadamente,
pasarán
un
tiempo en espacios de re-educación (situados en el campo) que estarán a cargo
de
sicólogos, religiosos y otros colaboradores con una probada
trayectoria
(que
refleje que es un ser pacifico y justo). Habrá acabado todo abuso de
poder.
Para
colaborar con esto sintetizaremos los partidos políticos (que son
entidades quebradas, partidas, rotas) en un entero a favor de la
humanidad.
Como la
democracia funcionará, los humanos nos agruparemos en átomos básicos
que
surjan de las actividades personales. Los compañeros de trabajo, la gente con
la que
comparto mis tendencias específicas (arte, deporte, familia,
barrio, etc.).
Y si esto
suena utópico, comprenderemos que las grandes realizaciones de la humanidad
primero fueron utopías.
Por lo que
le decimos no a ese sistema monstruoso que en pleno siglo XXI aun tiene humanos
presos por rebelión de conciencia, por oponerse a esas guerras que solo
benefician a los fabricantes de armas. Y como guardianes de Gaia
advertimos
que
las fuerzas de la Naturaleza están generando el cambio más allá de nosotros.
En el
fondo lo único que tenemos que hacer es dejar que suceda.
**
Disfrutemos
de todo sin necesidad de poseer, ya que cuanto
más damos más tenemos.
Un cambio
general empieza en esa pequeña revolución individual, que no espera
de
nadie sino
que realiza, comprendiendo que cada uno de nosotros es el gran
transformador
y que esta
civilización es una creación colectiva que entre todos
podemos humanizar.
**
Respecto a
las cloacas. Ya no irán más los desagües a
parar a nuestros ríos,
para
que nuevamente nademos en ellos o bebamos de sus aguas (si aun es posible).
Las
fábricas serán trasladadas de los lugares habitados y reinstaladas en
tierras alejadas e improductivas a nivel agrícola.
No amenazaran más la integridad de nuestro hábitat. Tendrán grandes
ventanales, buena música y no serán más cajas cerradas que apresan
a sus operarios, para así trabajar en un ambiente saludable y bello.
No hay
objeto de ninguna índole que justifique un no a la vida.
Des-asfaltáremos
las tierras cultivables, dejando vías de comunicación directas.
Si usamos
menos autos, precisaremos menos calles y rutas.
Las
industrias serán co-participativas, pero los fundadores tendrán un
porcentaje de por vida sobre su producción, justo reconocimiento público
por haber tenido la iniciativa y
el
empuje de crearlas. La producción simplemente estará a nuestro
servicio.
**
Pariremos
con placer.
El parto
será una ceremonia sagrada, compartida felizmente por quien la futura
madre (o la pareja) disponga. Crearemos casas de nacimiento, donde
se celebre la llegada de los nuevos seres humanos con amor, música,
respeto, ritmo personal, belleza en el ambiente, para así evitar el clima de enfermedad
de un hospital.
Pese a que
en un mundo mejor estas instituciones también habrán evolucionado.
Las
cesáreas no serán más un buen negocio, sino un recurso justificado ante
una complicación inevitable. Bebes llegando a un mundo en paz y armonía
aseguran futuras generaciones evolucionadas y pacíficas.
**
No
existirá la censura. Los medios de comunicación
tendrán absoluta libertad.
Pero
desaparecerá la violencia en todas sus formas. Existen tantas películas de
terror y
dramas filmados que no vale la pena generar más miedos en la gente!
El arte
pacificará. Simplemente. No porque sea un arte simplista, sino que
dejaremos de fomentar la muerte, el odio, el espanto. Destruiremos las armas
letales existentes en la Tierra y que entupidamente hemos
inventado. Esas que usan los niños para ¿jugar? también
merecen desaparecer. Y todo emprendimiento que destruye nuestro hábitat
(como la minería a cielo abierto) acabará o sino le daremos jugo de
cianuro a los chicos en vez de un vasito de agua. Sin olvidar que
ese H2 O representa el 75 por ciento de nuestro cuerpo físico.
¿Sacrificar la vida planetaria a cambio de adornarnos? Por lo que los
metales que extraigamos serán apenas para fines constructivos,
nunca ornamentales ni armamentistas. Es que la armonía ayuda a
vivir, en cuanto el espanto siembra eso, horror. Por lo que optamos por
gozar la vida, en vez de sufrirla.
**
Somos
imagen y semejanza de divinidad, reflejo de absoluto.
Elegimos
el bien para así vencer al mal. Pero, ¿que es el mal?
Simplemente todo lo que daña, duele a tu prójimo y a ti mismo. Todo lo que
lastima. El ser inofensivo modifica el planeta. No significa que no estés
consciente y combativo. Solo seamos suaves y firmes. Primero pongamos la propia
vida en orden. Si sólo se predica con el ejemplo: manos a la
obra.
**
La paz es
una práctica consciente, que nace en el alma de cada
uno.
Juntos
construimos los caminos para la salvación del planeta. Todos.
No
discutimos ya quien es el dueño de la verdad. Porque la verdad no tiene dueño.
La verdad
la vivimos en cada acto. La verdad se revela por si misma. Todos la vemos.
Todos sabemos cuando algo es naturalmente cierto. Sabemos,
por ejemplo, que el amor vence a las tinieblas. Que la tierra es de
todos. Y no solo de los seres humanos. Sino de todo ser vivo que aquí
habita y que debemos salvar de nuestra propia desidia.
Nosotros,
los seres humanos, que hemos ultrajado a la vida.
Estamos
dando ese salto cuántico que nos lleva a la curación.
Ayudando a
las multitudes a despertar. Y poniendo para siempre un límite a aquellos
que sólo buscan realizar sus intereses egoístas, usando un poder que ya
no le sirve a nadie, ese poder que se diluye, en nombre del bien general.
**
Alinear
nuestros cuerpos físico, emocional, mental y
espiritual al servicio de un
orden
mayor, al que podemos llamar Dios, Orden Divino o como quieras (inclusive
para un ateo hay un orden y una visión sagrada). Escuchemos a la trama divina
que
interfiere en nuestras vidas, para poder sentir hacía donde
va el camino y no
entorpecer.
Para no endurecernos.
La acción
es liberadora. La acción se une a la no acción cuando se sigue la
voluntad
suprema. Y esta se reconoce naturalmente, simplemente.
Porque no
cabe duda cuando uno, desde el corazón, hizo lo que debía. Sabiendo que no hay
que aferrarse a nada. Entendamos que podemos vivir muchos años más o
apenas un minuto, ya que la impermanencia es
ley de la vida.
Dicho de
otra manera vivimos el constante presente, con alegría. Sin miedo ya que
en general todo es relativo.
**
Construimos
una sociedad donde el reloj fue un instrumento imprescindible, pero ahora el tiempo natural regirá nuestras vidas.
Tengo hambre: como; tengo sueño: duermo. Siempre, claro, procurando
refinarnos y aun más,
afinándonos
como si fuéramos un instrumento musical
Sigamos a
la vida, no la forcemos, así ella toma su
verdadera forma.
Es que
tiene su propio ritmo, su propio latir.
Es
cuestión de estar abierto a las señales, poner lo mejor de nosotros mismos
y elegir el
camino que naturalmente se abre.
**
Empecemos
por nuestro cuerpo físico, sabiendo que es un templo.
Amemos cada átomo. Solo amándonos y aceptándonos podremos amar a nuestro
prójimo. Y ser amados. Alimentarnos sanamente es el primer paso. El
cuerpo responde, el cuerpo avisa. No es un cubo de basura. Bien dijimos
que es un templo.
Naturalmente
la humanidad evolucionará hasta dejar de comer a otros animales.
Estos
volverán a vivir libres, en reservas. Ayudarán a la sobrevivencia de
todos abonando las tierras. Es que a buen abono... buen
fruto.
**
Es posible
que un ser humano funcione más equilibradamente, inclusive siendo carnívoro. Comer animales
criados piadosamente es un pequeño avance.
Por
ejemplo los pollos y gallinas están siendo industrializados. Viven en
jaulas mínimas. Son condenados a una existencia nefasta, con luz
eléctrica prendida día y noche para acrecentar la producción de huevos.
Son alimentados con sustancias químicas y les dan hormonas que finalmente
consume la humanidad. Y esto sucede, de
distintas
maneras, con todo tipo de animales que son considerados apenas
“carne”. Esto es bestial. Lo que se hace con ¿las
bestias? es bestial.
Innumerables
especies animales y vegetales están desapareciendo de la faz de la
tierra. La caza furtiva o deportiva
se ha convertido en genocidio. La pesca industrial extermina, sin
respetar el derecho a la vida Los embutidos, además de ser una suma de
sobras de los mataderos, tienen gran cantidad de conservantes. Los
alimentos transgénicos son un camino sin retorno. No se sabe a ciencia cierta
que consecuencias pueden tener sobre nuestro organismo. Depende de todos
cambiar, de poner a funcionar nuestra consciencia y ser capaces de cuidar
de nosotros mismos.
Solo entonces
podremos ocuparnos de ayudar a nuestro prójimo.
Podemos
disminuir radicalmente el consumo de frituras (cancerígenas) ,
simplificando
nuestra alimentación. Menos enlatados. Más frutas. Hay muchos
métodos como también hay muchas tendencias: vegetarianos,
macrobióticos, veganos (no comen animales ni productos derivados de
estos), respiratorianos (se alimentan de prana, energía vital).
Pero
comamos lo que comamos, agradezcamos a la tierra que nos sustenta.
**
Respecto
al tabaco: sabemos que puede generar
cáncer, enfermedades cardíacas,
ulcera de
duodeno, muerte súbita, etc. Pero para varias generaciones ha sido un
paliativo, un vicio, un placer.
Ese miedo
al vacío que la humanidad sustenta, llenando todo con cualquier cosa.
Otra cosa
es el tabaco usado como planta sagrada, fumado por algunos pueblos
originarios, en momentos de unión y celebración.
Llevar a
la conciencia el acto de fumar, es no hacerlo mecánicamente, sino sentarte
a fumar con la mente tranquila y sabiendo que hace mal, pero te encanta.
Siempre va a
tener un
saldo positivo, no colgarte un cigarro de la boca mientras haces otra cosa .
Será
cambiar formas mecánicas por actos concientes.
Respecto
al alcohol no podemos menos que darnos
cuenta de que una buena parte
de la gente
esta siendo dominada a través de este flagelo. A las grandes
empresas les conviene que sus empleados pasen las horas libres
borrachos, ya que la inconsciencia lleva al no cuestionamiento.
Pueblos
enteros están hipnotizados. Ulceras, cirrosis, violencia son consecuencia del
alcoholismo. Familias destruidas. Vidas acabadas. Mejor un vinito en la
comida, un celebrar suavemente. Pero nunca depender de nada. Jamás
obnubilar nuestra conciencia, para así poder ser libres.
Respecto a
las drogas comencemos por diferenciarlas.
La
marihuana pasa por las mismas circunstancias del tabaco. Y perjudica menos
nuestro
cuerpo físico que el primero. También en este caso la dependencia hace la
trampa. Es usada por enfermos terminales con excelentes resultados y
también
como santa
María, planta de poder, por grupos religiosos. El uso sagrado hace la
diferencia. Existen otras drogas empleadas para auto conocimiento (santo
daime,
san pedro,
ayahuasca, peyote) y creo, que en un mundo evolucionado, quienes
quieran
hacer esas experiencias de ultra conciencia serán contenidos en templos guiados
por sacerdotes o médicos y no perseguidos por corporaciones
dirigidas generalmente por personas corruptas y viciadas en drogas
terribles (cocaína, la droga del sistema, o heroína, la droga de la
destrucción). En todo caso lo mejor es circular por la vida sin ningún tipo de
dependencia, sintiendo perfección y belleza dentro y fuera nuestro.
La
conciencia es el camino que lleva al placer y a la alegría por aniquilación
natural de la oscuridad y el mal. Pero en todo caso dejemos de
persecuciones absurdas que esconden a los verdaderos infractores, los que no
aman, no perdonan, no sirven a sus semejantes. Cada uno es responsable de si
mismo y puede obviamente elegir su camino en libertad. El límite es no
interferir el límite del prójimo.
Entonces,
primer paso: un cuerpo sano, que refleje la vida maravillosa que tenemos. Y si,
que nuestra comida sea el camino de cura. Nuestra mansedumbre y paz
alejen las enfermedades. Desarrollando disciplinas que cultiven un cuerpo
en armonía. Yoga, tai- chi, chi-kun, pilates, gimnasia, nadar, correr y tantas
otras posibilidades (como ser felices. amando y perdonando).
Tomando agua, mucha agua, el gran regenerador de nuestro cuerpo. Teniendo
conciencia del poder de la palabra (cortando y anulando todo lo que digamos
en contra de uno mismo, de los otros o del planeta).
Haciéndonos
cargo de nuestras acciones, palabras y obra.
**
Hablemos
del dinero. Lo pusimos en primer lugar, sin darnos
cuenta que es un papel que simplifica el cambio de mercancías y servicios y no
el objetivo de nuestra existencia. Si trabajamos en nosotros la capacidad
de dar sin miedo, abrimos las compuertas de la abundancia.
Así visualizamos la materia como a un mar en movimiento y dejamos que
circule por nuestras vidas sin necesidad de acumularla. No nos
centramos en ella, para que llegue a nuestras manos desde los
lugares más inesperados. De que sirve la riqueza, ya que una
persona solo puede usufructuar una cantidad limitada de materia...
y no más. Aunque te gusten las fresas, si comes de más te
indigestas. Por más que te gusten los zapatos, amontonar cien pares
(como algunos hacen) solo puede incomodarte. La acumulación genera
putrefacción. Que el dinero se limite a la propia capacidad de consumir y
que no sea más el centro de la sociedad, el motivo de la existencia. Que
sea apenas un medio operacional, entre tantos otros como los
cambios directos, las monedas virtuales, los intercambios de servicios.
Acabemos con la sociedad, que implica un trato comercial entre la gente y
partamos de la base que estamos construyendo una nueva civilización,
donde velamos juntos por el bienestar de las próximas generaciones, que
precisan que seamos guardianes de Gaia, el planeta Tierra. Renunciemos
a intereses particulares, a favor del bien común
El interés
material va a pasar a segundo plano. Vamos a ser ricos si amas y te aman
Es que así
el universo puede apoyarnos. Hay un dicho maravilloso.....cuando abrimos las
manos abarcamos el universo, pero al cerrarlas queriendo
retener, solo resta la nada.....
La
injusticia, los actos inhumanos, el
desequilibrio social van a desaparecer. Acompañaremos este amor vasto, con una
actitud individual de ahorro de recursos naturales. Es una cuestión de
conciencia. De entender que un cuaderno esconde entre sus hojas un árbol, el
árbol que fue tirado abajo y procesado para fabricar papel.
Internalizar
que cada objeto que utilizamos lleva consigo el tiempo de alguien que lo
fabricó. Fue casi sin darnos cuenta que construimos la sociedad del
desperdicio, de la acumulación innecesaria, del desamor, la
posesión y el miedo. Pero ya está cambiando.
**
Veamos
ahora los caminos para curar el cuerpo emocional.
Comienza
en ese amor a Dios (o como llames a esa perfecta guía que habita en
nuestro interior), escuchando al Ser Superior que habita dentro de todo
ser humano
y que es
inherente a todo lo que vive.
La
realización se logra amándose y aceptándose. Somos lo que elegimos
ser.
Y el
armonizarse trae como consecuencia amar desapegadamente a todos los
seres que nos rodean. Entender que por alguna razón estamos relacionados. Y que
tenemos que aprender uno del otro. Tanto de los aciertos como de los errores.
Lo
principal es perdonar y perdonar y perdonar. El perdón nos libera del otro.
Permite
que la energía circule. Nos libra de aquellas enfermedades generadas
por el
odio, esas úlceras y cánceres nacidos en sentimientos tragados, detenidos,
masticados. En cambio al perdonar nos liberamos de ataduras, dejando los
acontecimientos correr como en un río de aguas que fluyen.
El amor
desapegado permite caminar junto a otro sin experimentar sentimientos dolorosos
como los celos, la posesividad. Saber que con quien tenemos que estar,
estaremos, ya que nuestra relación se desarrollará libremente, con naturalidad.
Dicen que
lo que a uno le pertenece no se lo puede perder aunque se lo tire.
Nuestra
sociedad ha visto degenerarse las relaciones de pareja .El siglo XXI pide a
gritos} la creación de nuevos paradigmas, que sustenten una conducta
general. Donde los individuos no estemos condenados a
una esquizofrenia social, la que llegó a parecer inevitable. Sino
que cultivemos los vínculos, entendiendo que a los amigos uno los elige
por afinidad, pero que la familia la hereda para así aprender a
tolerar, aceptar, transformar. Que el amor guíe las
relaciones humanas. Sabiendo que al criticar estamos condenando por soberbia,
porque bien dijo Jesús *No juzgar para no ser juzgados*. Concienciandonos
que lo que más suele molestarnos de los otros son nuestros propios defectos. Es
que somos espejos unos de los otros. No lo olvidemos.
Y en
realidad dejemos de luchar y también de condenar y fluyamos día a día en
la magia del aquí y ahora.
La
aceptación casi general de alteraciones de la sexualidad como la homosexualidad, trae al tapete la necesidad de
una sociedad libre, no libertina. Donde cada uno opte por el tipo de
pareja que necesita, sin condena. Pero sabiendo que el sexo es una
ceremonia sagrada, donde debemos conectarnos con nuestro Yo Divino y no un
encuentro casual con otro ser, donde abro mi mente y mi cuerpo al placer de lo
prohibido. Entender que en los códigos de las relaciones
personales, cada individuo es responsable por sus elecciones, que
lo llevan inevitablemente por diferentes caminos de enseñanza y que, mientras
no haga daño y ame con un amor sincero, es dueño y responsable absoluto por el
uso de su libre albedrío.
La nueva
civilización es la Era del Amor venciendo a la Era Atómica.
La Era del
Perdón liberando a los individuos.
El
matrimonio será sostenido como una opción sagrada, que permita profundizar
el
relacionamiento con otro ser desde una perspectiva laberíntica. La posibilidad
de conocerlo profundamente y compartir el camino sagrado de la
existencia, como un todo, pero sin perder la
individualidad. El placer de estar
juntos. De compartir metas. Ideales. De compartir, de
ser posible, ese lugar que siempre puede ser maravilloso: el hogar. Ese
espacio físico donde nos reflejamos en cada rincón, en cada objeto. Ese segundo
cuerpo que es nuestra casa.
Las
familias seguirán el ejemplo que a mediados del siglo pasado propuso Aldous
Huxley en su libro La isla: los niños tendrán la opción de familias auxiliares.
Estarán con quien elijan. A su vez los relacionamientos neuróticos serán
trasmutados conscientemente.
Nadie se
quedará patinando en la desgracia, sino que los conflictos serán
resueltos
por
consenso, en círculo sagrado. Esta revolucionaria forma de encuentro,
enseñada por pueblos originarios, consiste en reunirse en rueda, girar un
bastón sagrado (bastón de la palabra) entre los participantes, que solo
al recibirlo hablan.
Al
terminar de hacerlo lo pasan al compañero de al lado, que si quiere se
expresa
y sino
bendice y se lo pasa al próximo. En las decisiones tomadas en consenso,
se trabaja
hasta afinar las opiniones en un punto medio, que refleja el pensar de todo
el grupo.
Cuando se ha llegado a este acuerdo el bastón gira entre los participantes,
que
aprueban con su silencio.
Esta es la
forma en que una humanidad consciente toma
decisiones.
Por lo que el mundo emocional de los humanos será en paz, aceptación y
encuentro. Ya no trataremos de forzar a que los
demás coincidan con nuestros pensamientos,
sino que
seremos tolerantes. Entregaremos todo a la rueda de la vida, que ella se
encargará de enseñar. Porque a este planeta vinimos a aprender.
Será bueno
evitar las relaciones casuales, alimentadas por la pasión, pues generan
sufrimiento.
Y ya pasó el tiempo de sufrir. El dolor es otra cosa, el dolor puede llegar a
ser inevitable. Pero sabemos que es un maestro más de esta vida.
Nada se
prohibirá, ya que nuestros pequeños humanos serán criados en libertad
y con
consciencia de libre albedrío.
**
Bueno es
reconocer a tu alma gemela, encontrarla y
compartir con ella tu vida.
Pero si
uno no tiene ese premio karmico, sabrá amar desapegadamente a los seres que lo
rodean, sin inventar relacionamientos pasionales por el simple hecho de no
estar solo.
Soledad será Edad del Sol. Una oportunidad de brillar con la propia
luz de tu ser.
Que el
mundo emocional de cada uno sea un mar en calma, donde las olas
fenomenológicas sean observadas, nadadas, nunca temidas, porque
sabemos que pasan. Que haya conciencia de impermanencia en todos.
Pero que
el amor sea en plenitud y despiertos.
**
Y llegamos
al Plano Mental. Tan intimo y sin embargo con
tamañas repercusiones en el mundo material, ya que lo que pasa por
la mente , queda plasmado en la materia. Todo lo que decimos, todo lo que
pensamos se vuelve realidad
(el
génesis dice: en el principio era el verbo).
No
permitamos que el mínimo pensamiento oscuro atraviese nuestra mente.
Y surge la
eterna vigilancia que los discípulos del camino debemos sostener.
Testigos
de nuestros pensamientos y de nuestras acciones, sabemos las
consecuencias que pueden tener.
Ley de
causa y efecto. No hay acción que no cause una
reacción.
Salvo la
no acción, el camino del medio, el Tao que Lao Tsé con tanta perfección
nos
enseñó. Ahí vivimos el equilibrio perfecto, el punto de mágica armonía
que puede cobijarnos. Y aprendemos a ser alquimistas y trasmutar todo
pensamiento o sensación
de
oscuridad que nos invada. Pensamientos negativos son
neutralizados, quitándoles poder en nombre de la luz. Y si el
miedo u otra enfermedad de ese tipo nos toman, en
el mismo
instante pedimos milagro. Pasamos a entender lo
importante que es vaciar
la mente.
Poder vivir cada instante plena-mente. La mente plena y sin embargo
vacía.
La máquina
no solo frenada, sino anulada. Para poder vivir... en vez de pensar que estás
viviendo. Simplemente respiro, camino, río. Y a pesar que cuando
hago algo,
lo hago
plenamente y en conciencia, vacía de expectativas, sé que todo es relativo.
Entonces
nuestra mente se vuelve una servidora de nuestro ser y ya no pretende dominar.
Dejamos de pensar como loritos descontrolados y nos volvemos testigos de
nuestros pensamientos, que sabemos generadores. Agradeciendo las crisis
que podamos atravesar, reconociendo que estas nos llevan a vivir despiertos,
atentos, movilizados en vez de hipnotizados. A estar vivos.
**
Y pasamos
al plano espiritual. El refugio de nuestro
ser. Más allá de la personalidad. El lugar donde el cambio del
mundo comienza: uno mismo.
He ahí el
estallido primario. La eternidad y el segundo iendo de la mano.
Ahí la
visión, la impermanencia y el gran desafío. Ser mejor a cada instante.
Reflejar
la divinidad. Reflejarnos en cada acto. Procurar imitar a aquellos
maestros
que
encarnaron en el mundo y guiaron a la humanidad a través de la historia.
Con
conciencia cristica, con piedad amorosa.
Un
espíritu en calma. Observando. Purificando.Creciendo.
Y con
nuestros cuerpos alineados, meditar.
Meditar
sentaditos a la mañana para bendecir y milagrear el día, pero también meditar
en cada acción. Muchos son los caminos de la meditación, muchos los
maestros, las escuelas, las tendencias. Sin embargo todos los caminos conducen
al mismo puerto.
Al puerto
que, como tiene muchos nombres, no le importa definirse. Porque es lo que es.
Lo que al agarrarlo desaparece y lo que al soltarlo todo abarca.
Dios, el
Universo, la Vida. No importa como lo llamemos.
Con teo o
sin teo, el ser humano solo puede maravillarse ante la magia de la vida.
Ante la
sutil transparencia de cada acto.
Porque la
nueva humanidad, que es tan antigua, ha despertado.
**
Infinitos
son los caminos de la meditación. La guía
verdadera habita en nuestro interior.
El
afuera enseña, pero el adentro conduce.
Sentarnos
mañana a mañana, al despertar. Sintonizarnos con las fuerzas luminosas.
Con los
ojitos cerrados visualizar el templo de luz que desciende a protegernos y a
sutilizar nuestras percepciones. Unirnos al corazón de cristal del planeta con
raíces
de
energía, venas de energía de tierra liquida que recorren su
interior. Y permitir que crezcan de la punta de nuestra cabeza (del
chakra coronario) ramas de luz divina que nos unen al punto de iniciación del
cosmos. Inspirando paz y equilibrio, siendo,
Somos en
la respiración, en el sonido o el silencio. Somos luz. Y es la luz la que pasa
a ser en nosotros, permaneciendo en éxtasis.
Antes de
volver al cuerpo bueno es afianzar la red de luz con nuestros hermanos humanos
despiertos, reiniciando el girar y girar de nuestro chakra de la Pachamama, en
el interior de Gaia. Luego, reactivamos nuestro chakra estrella, que gira
y gira en medio del cosmos uniéndonos en redes de luz con todos los
seres de bien de la galaxia y del universo. Siempre agradeciendo y
dispuestos a servir a nuestro prójimo.
Unos
rezan, otros meditan, otros trabajan en silencio agradeciéndole a la vida sus
manos, sus piernas, su alma. Unos rezan rosarios, otros sus malas, otros
dibujan en silencio. Los caminos llevan finalmente a la
realización. De dios, de uno mismo, de ideales o de aspiraciones.
Pero todos estamos en esta vida para ser mejores.
**
Nació...
y está creciendo una nueva civilización. No
digamos sociedad, porque suena a comercio. Digamos si: una nueva alianza. Una
alianza verdadera, que abarca a todos los seres de buena voluntad del
planeta .
Injusticia
e inhumanidad desaparecerán de la faz de la tierra. Ya no más
guerras.
Ni entre
naciones ni entre razas y ni siquiera en el seno de la familia y menos
aun dentro de uno mismo. Ni una muerte más, sea justa o injusta La
vida espera por todos.
Basta de
bombardeos, sea de palabras, propagandas o balas. Vamos a calmarnos y a empezar
de nuevo, una y mil veces. Por nuestros hijos, por vos, por mi, por
todos.
**
La vida
tiene su propio latir. Si vivimos en consciencia
podemos sentir ese pulsar que nos lleva a buen puerto. Esto
significa seguir la línea de menor resistencia, sin forzar.
Siguiendo el camino que se abre. Es que si algo no se da naturalmente, es mejor
renunciar.
En otras
épocas nos enseñaban a luchar denonadadamente por aquellas cosas
que se
creían imprescindibles. En cambio en este eterno aquí y ahora te digo que si algo
no se abre, des un salto cuántico y experimentes por otra vía. Y si aun
ahí no se da, será mejor pensar si ese, por el que pretendes luchar, es el
camino cierto. Esto no significa renunciar a los ideales, eso nunca.
Simplemente representa la nueva visión humana,
que sabe
que cuando algo es verdadero y necesario, sucede.
Es
que entonces el universo conspira a nuestro favor.
**
Que todos
los seres humanos podamos abrir las compuertas de la alegría. Y no tener vergüenza de la oscuridad que pueda rodearnos
o la que aun podamos contener. Observemos nuestra luz y nuestra
sombra, para simplemente hacer lo posible, sin forzar, para que el cambio se
de. Y como hace siglos pregona el I Ching saber que... la mejor manera de
vencer el mal es hacer grandes progresos en el bien.
Calmar esa
batalla campal que suele suceder dentro de cada uno y estar en paz.
Y saber
que ya no es tiempo de ser ermitaños o indiferentes a la suerte general.
Vivimos
con los otros y es por todos que hay que proteger todo lo bueno que hay
en el
mundo, mas allá de la diversidad de pueblos y culturas. Y al mal
humor volverlo bueno. Muy buen humor.
Que de
este matete solo zafamos si somos capaces de reírnos de nosotros mismos
y de las
patrañas de la vida y de la sociedad .
**
Por lo
tanto, si estamos en medio de nuestras pequeñas maravillosas
vidas, donde la impermanencia física es por ahora inevitable, pongamos
atención en que nuestras acciones sean correctas y nuestras metas claras.
No sabemos cuando habremos de desencarnar, por lo tanto la oportunidad es aquí
y ahora. Ya no podemos ser condescendientes con nosotros mismos y tampoco con
el estado en que hemos dejado nuestro hábitat, el amado planeta tierra
Todo tiene
que mejorar ya, en este instante. Mas allá de lo que esté pasando alrededor
nuestro, podemos cambiar. Volvernos seres luminosos.
Que el
amor por nosotros mismos y por todos los seres vivos prevalezca.
Y no es
que estemos en contra de los avances tecnológicos, pero estos deben estar a
nuestro servicio y no nosotros al servicio de ellos. Utilizar todo de manera
sustentable, sin dañar, sin acumular. Saber si nuestros actos presentes serán
benéficos a largo plazo.
Generaciones
de generaciones esperan que actuemos como sabios herederos de un bien de
todos; el Planeta Tierra.
**
Los
basurales de nuestras ciudades causan espanto. No solo
por la falta de formación de la gente para reciclar, reutilizar, separar;
sino por el dolor que causa ver niños trabajando en los basurales o
revolviendo deshechos para encontrar un poco de comida. No admitimos que
los tachos de basura de los ricos alimenten a los pobres.
Cuidemos
nuestra basura, devolvamos a la tierra toda materia orgánica para
así convertirla en compost. No creer dispensable ni
indispensable cualquier objeto.
No comprar
compulsivamente ni tirar a la basura inconcientemente. Vencer a la sociedad de
consumo y suplantarla por la civilización del amor, cuidando al planeta
concientemente.
Que la
alegría sea una práctica y una opción inevitable.
¿De que
nos sirve vivir amargados, disgustados con todo y todos?
Mejor
intuir el ritmo propio de la existencia. Este nunca es forzado, lo forzado es
siempre una opción de nuestro ego.
Ser
simples y naturales, siguiendo las opciones de nuestro Yo Superior, siempre.
Siendo testigos de nosotros mismos , inofensivos.. Sin causar daño a nuestros
semejantes.
Dando
amor. Haciendo el bien para uno y para todos. Preservando la naturaleza.
Cuidando tanto del hermano como del enemigo. Convirtiendo a la familia en una
oportunidad de crecimiento y de amor y no en un infierno. Así le
abriremos camino a la alegría.
Y no será
que no nos importe la oscuridad que pueda rodearnos, sino que no le daremos
fuerza de presencia. Ni un día más con guerras en este
planeta. Ni una muerte más, sea justa o injusta. La vida espera por todos.
Basta de
bombardeos, sea de palabras, propagandas o balas.
La paz es
una práctica consciente, que empieza en el alma de cada uno.
Nos damos
las manos para juntos construir los caminos para la salvación del planeta.
Todos. No
discutimos ya quien es el dueño de la verdad. Porque la verdad no tiene dueño.
La verdad la vivimos en cada acto.
Sabemos
que el amor vence las tinieblas.
Pase lo
que pase… la vida es una gran oportunidad.
**
La
comunidad se desarrolla en círculos concéntricos.
Comienza
en la alineación del propio ser.
Continúa
en la aceptación y armonización familiar.
Se ilumina
con la direccionalidad de las intenciones con las personas que se convive.
Y se
completa en la interrelación luminosa con toda la humanidad.
Siempre
conscientes del barrio, del pueblo, de la ciudad, del planeta.
Y
abriéndonos sin miedo al desconocido cosmos que espera nos curemos.
La
solución es la transformación de la conciencia individual.
Desmasificar
para así integrar una cultura de amor, perdón, de co-creación,
que lleva
al cambio en todos los planos de la existencia.
Comprometido
cada ser humano a multiplicar un estado de conciencia y hermandad que Guía para humanos conscientes
Porque la Utopía se vuelve Realidad.
li
mayer
El planeta
se transforma en la medida en que cada uno lo hace,
ya que
al sintonizarnos con campos magnéticos de luz y felicidad,
los
atraemos hacia nosotros, modificando nuestra realidad.
Teniendo
el claro propósito de no ceder ante el caos,
así
la tierra vuelve a ser el paraíso.
Para que
así sea, deberemos reestructurar el orden mundial.
Una
humanidad consciente tiende a ser feliz, así como un ser
humano
consciente
sabe que todo empieza en lo más profundo de si mismo.
Por eso su
conducta jamás daña.
Cambia
de adentro hacia afuera ya que una generación de niños felices merece
que
liberemos al planeta de toda falsedad y limitación política,
económica o
social,
creando una nueva forma de ser basada en la libertad y el amor desapegado
.
Es el fin
de las sectas. Evolucionamos juntos o juntos veremos al
planeta tierra destruirse.
Basta de
dominio, el poder de unos sobre otros está llegando a su fin.
Heredamos
de pasadas generaciones la creencia de que la injusticia y el
sufrimiento
son algo normal e inherente a la vida, pero llegó la hora de
ser felices
ya que el
mundo es una creación colectiva que en segundos y entre todos podemos
transformar.
**
La
humanidad no puede actuar en contra de si misma.
Claro,
dirás, poder puede, ya que nuestras aguas están contaminadas, en muchas de
nuestras ciudades el aire es irrespirable y la tierra ha sido arrasada por la
deforestación
y los
agroquímicos. Pero no sintonicemos con el lado oscuro de la luna.
Simplemente
veamos los pasos a dar, para que este mundo dominado por una sociedad
perversa... sea un planeta cuyos habitantes construyamos juntos una nueva
civilización,
basada en
el amor, el perdón, la capacidad de compartir. Fluyendo a través de la
trama de la vida. Sabiendo que todos somos guías y discípulos.
Confiando
en que saldremos de este estado de caos y construiremos
un mundo en
paz.
Donde el gran cambio se dé a través de la conciencia. Si un barco se
hunde,
los
tripulantes saben que se hunden con él. Y Gaia, la tierra, esta
amenazada.
Es hora de
cambiar. Y de cambiar ya.
Pase lo
que pase... la vida es una gran oportunidad.
Ahora es
tiempo de vivir. Ahora es tiempo de transformar. No
mañana ¡Ya!
**
Un gran
movimiento está aconteciendo...
es el
inevitable camino del amor consciente y desapegado, semilla que se
expande
en el
corazón de la humanidad y se convierte en una enredadera que nos abarca
en red
. Estamos volviendo a la fuente. Amasando con amor el
pan, en vez de intoxicarnos con sustancias químicas.
Plantando buena semilla, esa que dan las propias plantas y acabando con
los monocultivos que arrasan las tierras cultivables. Anulando el poder
de patentes, cuyos dueños pretenden vendernos semillas
híbridas en vez de apoyar la creación de bancos de semillas que
aseguran plantaciones que curan a la Pacha, en vez de agotarla. Si el
problema es la supervivencia: sembremos, en vez de especular
**
Los seres
humanos nos hemos aglomerado en ciudades,
en donde
las condiciones de vida de la mayoría son infrahumanas, ya que
muchos de sus habitantes no tienen posibilidades de vivir bien, porque el aire
ha sido contaminado por el monóxido de carbono; la violencia impera
en sus calles y la gente vende sus horas por un dinero que suele
deber, ya que los créditos (con los que compran objetos tantas
veces prescindibles) los apresan a ese sistema que hemos inventado.
Pagar la
casa en treinta años, el auto en diez, el lavarropas en cinco
suele
significar haber empeñado la vida a plazo fijo.
Otros se
han quedado en el campo, guerreros de la resistencia (porque alimentan a
la
humanidad y encima soportan que los bancos los aprieten
con préstamos tramposos, que muchas veces ponen en riesgo sus
bienes).
Las
tierras laborables o están cubiertas por el cemento que cubre
huertas y jardines
o son
usadas como canchas de golf o para pastoreo de un ganado que no nos
conviene comer. Por otro lado, el alimento fundamental para
la vida: el agua, está en gran parte contaminada.
¿Que piensan que van a tomar nuestros hijos?
**
Con
guerras absurdas, donde los únicos que ganan
son los fabricantes de armas,
Con un
planeta donde la buena gente se siente acorralada por ese sistema
que no entiende, pero que lo esta apretando por todos lados, con
gobernantes dedicados al enriquecimiento ilícito (que se creen dueños en
vez de servidores), con monocultivos
que
empobrecen nuestras tierras, con bosques talados, con cárceles
inhumanas, con tachos de basura llenos de comida despreciada por los ricos...y
con las panzas vacías de los pobres… ¿adonde vamos?
Así no se
puede, esto tiene que empezar de cero.
Y tiene
que ser a través del amor, la solidaridad, la tolerancia.
**
Las
siguientes son ideas semilla para construir una civilización sana.
Propuestas
para que ese ansiado cambio suceda, ítem por ítem.
Porque
paso a paso, casi en forma desapercibida, iremos viviendo de esa manera
nueva, que tiene su origen en la vida de cada individuo
(pero que
espeja consecuencias en la organización planetaria).
Redistribuiremos
la tierra por regiones y las que pertenezcan a terratenientes,
ganaderos
o los terrenos improductivos serán repartidos (sin violencia, con amor)
entre
todos aquellos que quieren vivir y trabajar en el campo.
Porque no
acumulamos, pues cuanto más damos más tenemos.
Lo hacemos
por respeto a la Pachamama y a sus frutos
Por
respeto a la humanidad.
Las
tierras usadas para bien común serán respetadas, ya que la gente debe
vivir con
seres
afines. Dejaremos de pensar como egoístas esquizoides y nos ocuparemos
del bien general.
Los países
desaparecerán de la faz de la tierra y los humanos nos
reorganizaremos comarcalmente, pero con visión global.
No
ignoraremos los problemas que puedan tener otras regiones y seremos drásticamente
solidarios. Desmasificando, viviendo un proceso de ampliación de la
conciencia
para
integrar una cultura de amor, perdón, co-creación,
que
llevará al cambio en todos los planos de la existencia.
Las
comunidades, cooperativas u otras sociedades de bien común tendrán el apoyo
de
todos. Sin dejar de lado la visión individual, ya que aprenderemos
a escucharnos
los unos a
los otros y a consensuar nuestras decisiones. Y también nos permitiremos
oír a esa
pequeña y profunda voz que en cada uno habita y que es la mejor guía a seguir.
La voz de nuestro yo superior, la voz de la conciencia. Entendiendo que
somos naturalmente y potencialmente libres. Libres al
elegir. Libres cuando actuamos como autómatas y libres también cuando somos
capaces de pilotear la aventura de nuestra propia vida.
**
Ya que
muchos quieren vivir en ciudades, las reestructuraremos, salvando su belleza, pero humanizando la vida en ellas.
Entendiendo que de la mano del hacinamiento vienen el hambre, la
suciedad, la desconfianza, las enfermedades
y la
violencia. Terminaremos con todo esto, antes que tanto horror
acabe con
nosotros.
Y le encontraremos la vuelta a este matete.
**
Una
solución en cuanto a la escasez de combustibles es utilizar formas alternativas para producir energía (aire,
agua, bio combustibles, pero no los que generan mono cultivos que llevan a la
desertificación) para recomponer la atmósfera.
Los
vehículos serán de uso comunitario, restringido a necesidades específicas e
inevitables. Antes de que el petróleo se acabe , actuemos.
No
utilizaremos más agro tóxicos ni permitiremos alteraciones
genéticas, entendiendo
que el
planeta es un ser vivo que no puede soportar tanta agresión.
Los
basurales actuales son heridas de la tierra (pañales descartables, latas,
vidrios, pilas, millones de bolsas de plástico, todo mezclado
inescrupulosamente).
Construyamos,
en cambio, una cultura del desperdicio, para compostarlo, reciclarlo,
reutilizarlo
con inteligencia y sentido de sustentabilidad. Porque si no reaccionamos
rápidamente,
nuestros descendientes van a ser realmente mutantes, aprendices de
autómatas.
Por esto es hora de decidir y pasar del inconsciente colectivo a un
estado de consciencia generalizado y activo.
Dando por
liberadas micro regiones, independizándolas del poder central de
los países
del sistema, para establecer en el planeta regiones de luz,
donde el
amor, la libertad y el bien común sean las principales metas.
Creemos en
las fronteras geográficas o climáticas, pero no en las
fronteras políticas.
Es hora de
acabar con tanta falsedad.
**
Si
en las grandes ciudades expropiamos cada diez manzanas una y plantamos en ellas
huertas comunitarias, de cuidado rotativo y distribución
generalizada,
usando
métodos de agricultura sustentable, bio intensiva o
permacultural paliaremos
el flagelo
del hambre Si en vez de cementar las raíces de los árboles,
sembramos frutales, en franjas a lo largo de las aceras, educando a los
pobladores a no saquear
los
frutos, sino a socializarlos una vez maduros, veremos surgir de nuevo el pulmón
ciudadano. Entre los árboles podemos construir juegos para
los niños y bancos para todos. Los corazones de manzana pueden también
ser placitas comunitarias, para uso múltiple de los habitantes del
sector. Y usar balcones, terrazas y azoteas como
lugares propicios para la siembra. Fundamental es la
formación de la gente.
Sin
persecuciones, simplemente educándonos unos a otros.
Es a
través del amor que los cambios suceden.
**
La justicia
reinará en nuestro planeta cuando los empleados
públicos y políticos sean servidores en vez de usurpadores de un poder
inexistente. Supervisados por consejos de inspectores que les
impidan robar y actuar impunemente. Cuando cobren sueldo mínimo
(igual a un jubilado). Inmediatamente los salarios de todos tendrán el
mismo poder adquisitivo, la misma capacidad de consumo que todo ser humano
merece. Y espero que sea vasta, porque vivimos en un universo pródigo,
solo que la riqueza está en manos de unos pocos. El cincuenta por
ciento de la población mundial recibe el uno por ciento de los bienes
materiales en circulación.
Por lo que
espero que a nadie le sobre. Y que a nadie le falte. Sino que se reutilice toda
materia, porque la acumulación conlleva putrefacción y es una muestra de
desequilibrio.
Desaparecerán
las clases sociales y el ser humano solo se distinguirá por merito propio
y no por
los bienes materiales que posea. Saber que ser rebelde es apenas
ser uno mismo, con coraje y conciencia. Todos podemos ser fieles a nuestras
ideas, sin miedo
ni
limitaciones. Si no se daña a terceros, el camino individual se abre y es la
sal de la vida. Los que optamos por ser felices y plenos, no permitimos
que oscuros buscadores de poder y gloria personal nos opriman
ni nos detengan con leyes inservibles, ya que los que las dictan en
general no las cumplen. Estamos recorriendo el camino hacia una nueva
humanidad, al terminar con esa era de persecución y miedo que marcó
nuestra historia. Merecemos ser felices. Y de
todos depende.
Cada uno
puede vivir según sus propias normas, hasta el límite natural que el prójimo le
impone.
**
La
inviolabilidad domiciliaria será respetada y solo se podrá infringir si algún miembro de sus
habitantes corre peligro. Conocemos ese dicho que dice
“ hecha la
ley, hecha la trampa”, por lo que hartos de injusticias nos declaramos
maleables, permeables, vivos. Nadie puede imponer su razón a otro.
Consejos de niños y ancianos guiaran los caminos que debemos tomar. Toda
la parafernalia de leyes obtusas que defienden a la elite que se cree dueña del
planeta, será modificada, suplantándolas por leyes simples que ayuden en
un camino de luz, paz, amor y alegría para toda la humanidad.
La casta
de políticos, policías, militares, burócratas, jerarcas de medios de producción
y
comunicación, religiosos inescrupulosos … desaparecerán de la faz de la tierra.
Serán
suplantados por representantes de los diferentes grupos y regiones, que
ayudaran a
organizar los caminos para vivir en un mundo mas equilibrado.
Todo se
decidirá en asambleas. Pero elegiremos el bien común, sino, simplemente,
la raza
humana desaparecerá, devorada por sus propias fauces.
En vez de
guerras sembramos alegría. Compartir, dar, amar, perdonar.
**
Todo acto
de corrupción así como de violencia será transformado.
Actuaremos
preventivamente en vez de punitivamente.
Nos
ocuparemos que los juicios sean cortos y justos.
No habrá
cárceles como las de estos tiempos, que en su mayoría son lugares
con regimenes brutales e injustos. Los humanos que actúen
equivocadamente, pasarán
un
tiempo en espacios de re-educación (situados en el campo) que estarán a cargo
de
sicólogos, religiosos y otros colaboradores con una probada
trayectoria
(que
refleje que es un ser pacifico y justo). Habrá acabado todo abuso
de poder.
Para
colaborar con esto sintetizaremos los partidos políticos (que son
entidades quebradas, partidas, rotas) en un entero a favor de la
humanidad.
Como la
democracia funcionará, los humanos nos agruparemos en átomos básicos
que
surjan de las actividades personales. Los compañeros de trabajo, la gente con
la que
comparto mis tendencias específicas (arte, deporte, familia,
barrio, etc.).
Y si esto
suena utópico, comprenderemos que las grandes realizaciones de la humanidad
primero fueron utopías.
Por lo que
le decimos no a ese sistema monstruoso que en pleno siglo XXI aun tiene humanos
presos por rebelión de conciencia, por oponerse a esas guerras que solo
benefician a los fabricantes de armas. Y como guardianes de Gaia
advertimos
que
las fuerzas de la Naturaleza están generando el cambio más allá de nosotros.
En el
fondo lo único que tenemos que hacer es dejar que suceda.
**
Disfrutemos
de todo sin necesidad de poseer, ya que cuanto
más damos más tenemos.
Un cambio
general empieza en esa pequeña revolución individual, que no espera
de
nadie sino
que realiza, comprendiendo que cada uno de nosotros es el gran
transformador
y que esta
civilización es una creación colectiva que entre todos
podemos humanizar.
**
Respecto a
las cloacas. Ya no irán más los desagües a
parar a nuestros ríos,
para
que nuevamente nademos en ellos o bebamos de sus aguas (si aun es posible).
Las
fábricas serán trasladadas de los lugares habitados y reinstaladas en
tierras alejadas e improductivas a nivel
agrícola. No amenazaran más la integridad de
nuestro hábitat. Tendrán grandes ventanales, buena música y no serán
más cajas cerradas que apresan a sus operarios, para así trabajar en un
ambiente saludable y bello.
No hay
objeto de ninguna índole que justifique un no a la vida.
Des-asfaltáremos
las tierras cultivables, dejando vías de comunicación directas.
Si usamos
menos autos, precisaremos menos calles y rutas.
Las
industrias serán co-participativas, pero los fundadores tendrán un
porcentaje de por vida sobre su producción, justo reconocimiento público
por haber tenido la iniciativa y
el
empuje de crearlas. La producción simplemente estará a nuestro
servicio.
**
Pariremos
con placer.
El parto
será una ceremonia sagrada, compartida felizmente por quien la futura
madre (o la pareja) disponga. Crearemos casas de nacimiento, donde
se celebre la llegada de los nuevos seres humanos con amor, música,
respeto, ritmo personal, belleza en el ambiente, para así evitar el clima de
enfermedad de un hospital.
Pese a que
en un mundo mejor estas instituciones también habrán evolucionado.
Las
cesáreas no serán más un buen negocio, sino un recurso justificado ante
una complicación inevitable. Bebes llegando a un mundo en paz y armonía
aseguran futuras generaciones evolucionadas y pacíficas.
**
No
existirá la censura. Los medios de comunicación
tendrán absoluta libertad.
Pero
desaparecerá la violencia en todas sus formas. Existen tantas películas de
terror y
dramas filmados que no vale la pena generar más miedos en la gente!
El arte
pacificará. Simplemente. No porque sea un arte simplista, sino que
dejaremos de fomentar la muerte, el odio, el espanto. Destruiremos las armas
letales existentes en la Tierra y que entupidamente hemos
inventado. Esas que usan los niños para ¿jugar? también
merecen desaparecer. Y todo emprendimiento que destruye nuestro hábitat
(como la minería a cielo abierto) acabará o sino le daremos jugo de
cianuro a los chicos en vez de un vasito de agua. Sin olvidar que
ese H2 O representa el 75 por ciento de nuestro cuerpo físico.
¿Sacrificar la vida planetaria a cambio de adornarnos? Por lo que los
metales que extraigamos serán apenas para fines constructivos,
nunca ornamentales ni armamentistas. Es que la armonía ayuda a
vivir, en cuanto el espanto siembra eso, horror. Por lo que optamos por
gozar la vida, en vez de sufrirla.
**
Somos
imagen y semejanza de divinidad, reflejo de absoluto.
Elegimos
el bien para así vencer al mal. Pero, ¿que es el mal?
Simplemente todo lo que daña, duele a tu prójimo y a ti mismo. Todo lo que
lastima. El ser inofensivo modifica el planeta. No significa que no estés
consciente y combativo. Solo seamos suaves y firmes. Primero pongamos la propia
vida en orden. Si sólo se predica con el ejemplo: manos a la
obra.
**
La paz es
una práctica consciente, que nace en el alma de cada
uno.
Juntos
construimos los caminos para la salvación del planeta. Todos.
No
discutimos ya quien es el dueño de la verdad. Porque la verdad no tiene dueño.
La verdad
la vivimos en cada acto. La verdad se revela por si misma. Todos la vemos.
Todos sabemos cuando algo es naturalmente cierto. Sabemos,
por ejemplo, que el amor vence a las tinieblas. Que la tierra es de
todos. Y no solo de los seres humanos. Sino de todo ser vivo que aquí
habita y que debemos salvar de nuestra propia desidia.
Nosotros,
los seres humanos, que hemos ultrajado a la vida.
Estamos
dando ese salto cuántico que nos lleva a la curación.
Ayudando a
las multitudes a despertar. Y poniendo para siempre un límite a aquellos
que sólo buscan realizar sus intereses egoístas, usando un poder que ya
no le sirve a nadie, ese poder que se diluye, en nombre del bien general.
**
Alinear
nuestros cuerpos físico, emocional, mental y
espiritual al servicio de un
orden
mayor, al que podemos llamar Dios, Orden Divino o como quieras (inclusive
para un ateo hay un orden y una visión sagrada). Escuchemos a la trama divina
que
interfiere en nuestras vidas, para poder sentir hacía donde
va el camino y no
entorpecer.
Para no endurecernos.
La acción
es liberadora. La acción se une a la no acción cuando se sigue la
voluntad
suprema. Y esta se reconoce naturalmente, simplemente.
Porque no
cabe duda cuando uno, desde el corazón, hizo lo que debía. Sabiendo que no hay
que aferrarse a nada. Entendamos que podemos vivir muchos años más o
apenas un minuto, ya que la impermanencia es
ley de la vida.
Dicho de
otra manera vivimos el constante presente, con alegría. Sin miedo ya que
en general todo es relativo.
**
Construimos
una sociedad donde el reloj fue un instrumento imprescindible, pero ahora el tiempo natural regirá nuestras vidas. Tengo
hambre: como; tengo sueño: duermo. Siempre, claro, procurando
refinarnos y aun más,
afinándonos
como si fuéramos un instrumento musical
Sigamos a
la vida, no la forcemos, así ella toma su
verdadera forma.
Es que
tiene su propio ritmo, su propio latir.
Es
cuestión de estar abierto a las señales, poner lo mejor de nosotros mismos
y elegir
el camino que naturalmente se abre.
**
Empecemos
por nuestro cuerpo físico, sabiendo que es un templo.
Amemos cada átomo. Solo amándonos y aceptándonos podremos amar a nuestro
prójimo. Y ser amados. Alimentarnos sanamente es el primer paso. El
cuerpo responde, el cuerpo avisa. No es un cubo de basura. Bien dijimos
que es un templo.
Naturalmente
la humanidad evolucionará hasta dejar de comer a otros animales.
Estos
volverán a vivir libres, en reservas. Ayudarán a la sobrevivencia de
todos abonando las tierras. Es que a buen abono... buen
fruto.
**
Es posible
que un ser humano funcione más equilibradamente, inclusive siendo carnívoro. Comer animales
criados piadosamente es un pequeño avance.
Por
ejemplo los pollos y gallinas están siendo industrializados. Viven en
jaulas mínimas. Son condenados a una existencia nefasta, con luz
eléctrica prendida día y noche para acrecentar la producción de huevos.
Son alimentados con sustancias químicas y les dan hormonas que finalmente
consume la humanidad. Y esto sucede, de
distintas
maneras, con todo tipo de animales que son considerados apenas
“carne”. Esto es bestial. Lo que se hace con ¿las
bestias? es bestial.
Innumerables
especies animales y vegetales están desapareciendo de la faz de la
tierra. La caza furtiva o deportiva
se ha convertido en genocidio. La pesca industrial extermina, sin
respetar el derecho a la vida Los embutidos, además de ser una suma de
sobras de los mataderos, tienen gran cantidad de conservantes. Los
alimentos transgénicos son un camino sin retorno. No se sabe a ciencia cierta
que consecuencias pueden tener sobre nuestro organismo. Depende de todos
cambiar, de poner a funcionar nuestra consciencia y ser capaces de cuidar
de nosotros mismos.
Solo
entonces podremos ocuparnos de ayudar a nuestro prójimo.
Podemos
disminuir radicalmente el consumo de frituras (cancerígenas) ,
simplificando
nuestra alimentación. Menos enlatados. Más frutas. Hay muchos
métodos como también hay muchas tendencias: vegetarianos,
macrobióticos, veganos (no comen animales ni productos derivados de
estos), respiratorianos (se alimentan de prana, energía vital).
Pero comamos
lo que comamos, agradezcamos a la tierra que nos sustenta.
**
Respecto
al tabaco: sabemos que puede generar
cáncer, enfermedades cardíacas,
ulcera de
duodeno, muerte súbita, etc. Pero para varias generaciones ha sido un
paliativo, un vicio, un placer.
Ese miedo
al vacío que la humanidad sustenta, llenando todo con cualquier cosa.
Otra cosa
es el tabaco usado como planta sagrada, fumado por algunos pueblos
originarios, en momentos de unión y celebración.
Llevar a
la conciencia el acto de fumar, es no hacerlo mecánicamente, sino sentarte
a fumar con la mente tranquila y sabiendo que hace mal, pero te encanta.
Siempre va a
tener un
saldo positivo, no colgarte un cigarro de la boca mientras haces otra cosa .
Será
cambiar formas mecánicas por actos concientes.
Respecto
al alcohol no podemos menos que darnos
cuenta de que una buena parte
de la
gente esta siendo dominada a través de este flagelo. A las grandes
empresas les conviene que sus empleados pasen las horas libres
borrachos, ya que la inconsciencia lleva al no cuestionamiento.
Pueblos
enteros están hipnotizados. Ulceras, cirrosis, violencia son consecuencia del
alcoholismo. Familias destruidas. Vidas acabadas. Mejor un vinito en la
comida, un celebrar suavemente. Pero nunca depender de nada. Jamás
obnubilar nuestra conciencia, para así poder ser libres.
Respecto a
las drogas comencemos por diferenciarlas.
La
marihuana pasa por las mismas circunstancias del tabaco. Y perjudica menos
nuestro
cuerpo físico que el primero. También en este caso la dependencia hace la
trampa. Es usada por enfermos terminales con excelentes resultados y
también
como santa
María, planta de poder, por grupos religiosos. El uso sagrado hace la
diferencia. Existen otras drogas empleadas para auto conocimiento (santo
daime,
san pedro,
ayahuasca, peyote) y creo, que en un mundo evolucionado, quienes
quieran
hacer esas experiencias de ultra conciencia serán contenidos en templos guiados
por sacerdotes o médicos y no perseguidos por corporaciones
dirigidas generalmente por personas corruptas y viciadas en drogas
terribles (cocaína, la droga del sistema, o heroína, la droga de la
destrucción). En todo caso lo mejor es circular por la vida sin ningún tipo de
dependencia, sintiendo perfección y belleza dentro y fuera nuestro.
La
conciencia es el camino que lleva al placer y a la alegría por aniquilación
natural de la oscuridad y el mal. Pero en todo caso dejemos de
persecuciones absurdas que esconden a los verdaderos infractores, los que no
aman, no perdonan, no sirven a sus semejantes. Cada uno es responsable de si
mismo y puede obviamente elegir su camino en libertad. El límite es no
interferir el límite del prójimo.
Entonces,
primer paso: un cuerpo sano, que refleje la vida maravillosa que tenemos. Y si,
que nuestra comida sea el camino de cura. Nuestra mansedumbre y paz
alejen las enfermedades. Desarrollando disciplinas que cultiven un cuerpo
en armonía. Yoga, tai- chi, chi-kun, pilates, gimnasia, nadar, correr y tantas
otras posibilidades (como ser felices. amando y perdonando).
Tomando agua, mucha agua, el gran regenerador de nuestro cuerpo. Teniendo
conciencia del poder de la palabra (cortando y anulando todo lo que digamos
en contra de uno mismo, de los otros o del planeta).
Haciéndonos
cargo de nuestras acciones, palabras y obra.
**
Hablemos
del dinero. Lo pusimos en primer lugar, sin
darnos cuenta que es un papel que simplifica el cambio de mercancías y servicios
y no el objetivo de nuestra existencia. Si trabajamos en nosotros la
capacidad de dar sin miedo, abrimos las compuertas de la
abundancia. Así visualizamos la materia como a un mar en movimiento
y dejamos que circule por nuestras vidas sin necesidad de
acumularla. No nos centramos en ella, para que llegue a
nuestras manos desde los lugares más inesperados. De que sirve la
riqueza, ya que una persona solo puede usufructuar una cantidad
limitada de materia... y no más. Aunque te gusten las fresas, si
comes de más te indigestas. Por más que te gusten los zapatos,
amontonar cien pares (como algunos hacen) solo puede incomodarte. La
acumulación genera putrefacción. Que el dinero se limite a la propia
capacidad de consumir y que no sea más el centro de la sociedad, el
motivo de la existencia. Que sea apenas un medio operacional, entre
tantos otros como los cambios directos, las monedas virtuales, los
intercambios de servicios. Acabemos con la sociedad, que implica un trato
comercial entre la gente y partamos de la base que estamos construyendo una
nueva civilización, donde velamos juntos por el bienestar de las próximas
generaciones, que precisan que seamos guardianes de Gaia, el planeta
Tierra. Renunciemos a intereses particulares, a favor del bien
común
El interés
material va a pasar a segundo plano. Vamos a ser ricos si amas y te aman
Es que así
el universo puede apoyarnos. Hay un dicho maravilloso.....cuando abrimos las
manos abarcamos el universo, pero al cerrarlas queriendo retener,
solo resta la nada.....
La
injusticia, los actos inhumanos, el
desequilibrio social van a desaparecer. Acompañaremos este amor vasto, con una
actitud individual de ahorro de recursos naturales. Es una cuestión de
conciencia. De entender que un cuaderno esconde entre sus hojas un árbol, el
árbol que fue tirado abajo y procesado para fabricar papel.
Internalizar
que cada objeto que utilizamos lleva consigo el tiempo de alguien que lo
fabricó. Fue casi sin darnos cuenta que construimos la sociedad del
desperdicio, de la acumulación innecesaria, del desamor, la
posesión y el miedo. Pero ya está cambiando.
**
Veamos
ahora los caminos para curar el cuerpo emocional.
Comienza
en ese amor a Dios (o como llames a esa perfecta guía que habita en
nuestro interior), escuchando al Ser Superior que habita dentro de todo
ser humano
y que es
inherente a todo lo que vive.
La
realización se logra amándose y aceptándose. Somos lo que elegimos
ser.
Y el
armonizarse trae como consecuencia amar desapegadamente a todos los
seres que nos rodean. Entender que por alguna razón estamos relacionados. Y que
tenemos que aprender uno del otro. Tanto de los aciertos como de los errores.
Lo
principal es perdonar y perdonar y perdonar. El perdón nos libera del otro.
Permite
que la energía circule. Nos libra de aquellas enfermedades generadas
por el
odio, esas úlceras y cánceres nacidos en sentimientos tragados, detenidos,
masticados. En cambio al perdonar nos liberamos de ataduras, dejando los
acontecimientos correr como en un río de aguas que fluyen.
El amor
desapegado permite caminar junto a otro sin experimentar sentimientos dolorosos
como los celos, la posesividad. Saber que con quien tenemos que
estar, estaremos, ya que nuestra relación se desarrollará libremente, con
naturalidad.
Dicen que
lo que a uno le pertenece no se lo puede perder aunque se lo tire.
Nuestra
sociedad ha visto degenerarse las relaciones de pareja .El siglo XXI pide a
gritos} la creación de nuevos paradigmas, que sustenten una conducta
general. Donde los individuos no estemos condenados a
una esquizofrenia social, la que llegó a parecer inevitable. Sino
que cultivemos los vínculos, entendiendo que a los amigos uno los elige
por afinidad, pero que la familia la hereda para así aprender a tolerar,
aceptar, transformar. Que el amor guíe las relaciones
humanas. Sabiendo que al criticar estamos condenando por soberbia, porque bien
dijo Jesús *No juzgar para no ser juzgados*. Concienciandonos que lo que
más suele molestarnos de los otros son nuestros propios defectos. Es que somos
espejos unos de los otros. No lo olvidemos.
Y en
realidad dejemos de luchar y también de condenar y fluyamos día a día en
la magia del aquí y ahora.
La
aceptación casi general de alteraciones de la sexualidad como la homosexualidad, trae al tapete la necesidad de
una sociedad libre, no libertina. Donde cada uno opte por el tipo de
pareja que necesita, sin condena. Pero sabiendo que el sexo es una
ceremonia sagrada, donde debemos conectarnos con nuestro Yo Divino y no un
encuentro casual con otro ser, donde abro mi mente y mi cuerpo al placer de lo
prohibido. Entender que en los códigos de las relaciones
personales, cada individuo es responsable por sus elecciones, que
lo llevan inevitablemente por diferentes caminos de enseñanza y que, mientras
no haga daño y ame con un amor sincero, es dueño y responsable absoluto por el
uso de su libre albedrío.
La nueva
civilización es la Era del Amor venciendo a la Era Atómica.
La Era del
Perdón liberando a los individuos.
El
matrimonio será sostenido como una opción sagrada, que permita profundizar
el
relacionamiento con otro ser desde una perspectiva laberíntica. La posibilidad
de conocerlo profundamente y compartir el camino sagrado de la
existencia, como un todo, pero sin perder la
individualidad. El placer de estar
juntos. De compartir metas. Ideales. De compartir, de
ser posible, ese lugar que siempre puede ser maravilloso: el hogar. Ese
espacio físico donde nos reflejamos en cada rincón, en cada objeto. Ese segundo
cuerpo que es nuestra casa.
Las
familias seguirán el ejemplo que a mediados del siglo pasado propuso Aldous
Huxley en su libro La isla: los niños tendrán la opción de familias auxiliares.
Estarán con quien elijan. A su vez los relacionamientos neuróticos serán
trasmutados conscientemente.
Nadie se
quedará patinando en la desgracia, sino que los conflictos serán
resueltos
por
consenso, en círculo sagrado. Esta revolucionaria forma de encuentro,
enseñada por pueblos originarios, consiste en reunirse en rueda, girar un
bastón sagrado (bastón de la palabra) entre los participantes, que solo
al recibirlo hablan.
Al
terminar de hacerlo lo pasan al compañero de al lado, que si quiere se
expresa
y sino
bendice y se lo pasa al próximo. En las decisiones tomadas en consenso,
se trabaja
hasta afinar las opiniones en un punto medio, que refleja el pensar de todo
el grupo.
Cuando se ha llegado a este acuerdo el bastón gira entre los
participantes,
que
aprueban con su silencio.
Esta es la
forma en que una humanidad consciente toma
decisiones.
Por lo que el mundo emocional de los humanos será en paz, aceptación y
encuentro. Ya no trataremos de forzar a que los
demás coincidan con nuestros pensamientos,
sino que
seremos tolerantes. Entregaremos todo a la rueda de la vida, que ella se
encargará de enseñar. Porque a este planeta vinimos a aprender.
Será bueno
evitar las relaciones casuales, alimentadas por la pasión, pues generan
sufrimiento.
Y ya pasó el tiempo de sufrir. El dolor es otra cosa, el dolor puede llegar a
ser inevitable. Pero sabemos que es un maestro más de esta vida.
Nada se
prohibirá, ya que nuestros pequeños humanos serán criados en libertad
y
con consciencia de libre albedrío.
**
Bueno es
reconocer a tu alma gemela, encontrarla y
compartir con ella tu vida.
Pero si
uno no tiene ese premio karmico, sabrá amar desapegadamente a los seres que lo
rodean, sin inventar relacionamientos pasionales por el simple hecho de no
estar solo.
Soledad será Edad del Sol. Una oportunidad de brillar con la propia
luz de tu ser.
Que el
mundo emocional de cada uno sea un mar en calma, donde las olas
fenomenológicas sean observadas, nadadas, nunca temidas, porque
sabemos que pasan. Que haya conciencia de impermanencia en todos.
Pero que
el amor sea en plenitud y despiertos.
**
Y llegamos
al Plano Mental. Tan intimo y sin embargo con
tamañas repercusiones en el mundo material, ya que lo que pasa por
la mente , queda plasmado en la materia. Todo lo que decimos, todo lo que
pensamos se vuelve realidad
(el
génesis dice: en el principio era el verbo).
No
permitamos que el mínimo pensamiento oscuro atraviese nuestra mente.
Y surge la
eterna vigilancia que los discípulos del camino debemos sostener.
Testigos
de nuestros pensamientos y de nuestras acciones, sabemos las
consecuencias que pueden tener.
Ley de
causa y efecto. No hay acción que no cause una
reacción.
Salvo la
no acción, el camino del medio, el Tao que Lao Tsé con tanta perfección
nos
enseñó. Ahí vivimos el equilibrio perfecto, el punto de mágica armonía
que puede cobijarnos. Y aprendemos a ser alquimistas y trasmutar todo
pensamiento o sensación
de
oscuridad que nos invada. Pensamientos negativos son
neutralizados, quitándoles poder en nombre de la luz. Y si el
miedo u otra enfermedad de ese tipo nos toman, en
el mismo
instante pedimos milagro. Pasamos a entender lo
importante que es vaciar
la mente.
Poder vivir cada instante plena-mente. La mente plena y sin embargo
vacía.
La máquina
no solo frenada, sino anulada. Para poder vivir... en vez de pensar que estás
viviendo. Simplemente respiro, camino, río. Y a pesar que cuando
hago algo,
lo hago
plenamente y en conciencia, vacía de expectativas, sé que todo es relativo.
Entonces
nuestra mente se vuelve una servidora de nuestro ser y ya no pretende dominar.
Dejamos de pensar como loritos descontrolados y nos volvemos testigos de
nuestros pensamientos, que sabemos generadores. Agradeciendo las crisis
que podamos atravesar, reconociendo que estas nos llevan a vivir despiertos,
atentos, movilizados en vez de hipnotizados. A estar vivos.
**
Y pasamos
al plano espiritual. El refugio de nuestro
ser. Más allá de la personalidad. El lugar donde el cambio del
mundo comienza: uno mismo.
He ahí el
estallido primario. La eternidad y el segundo iendo de la mano.
Ahí la
visión, la impermanencia y el gran desafío. Ser mejor a cada instante.
Reflejar
la divinidad. Reflejarnos en cada acto. Procurar imitar a aquellos
maestros
que
encarnaron en el mundo y guiaron a la humanidad a través de la historia.
Con
conciencia cristica, con piedad amorosa.
Un
espíritu en calma. Observando. Purificando.Creciendo.
Y con
nuestros cuerpos alineados, meditar.
Meditar
sentaditos a la mañana para bendecir y milagrear el día, pero también meditar
en cada acción. Muchos son los caminos de la meditación, muchos los
maestros, las escuelas, las tendencias. Sin embargo todos los caminos conducen
al mismo puerto.
Al puerto
que, como tiene muchos nombres, no le importa definirse. Porque es lo que es.
Lo que al agarrarlo desaparece y lo que al soltarlo todo abarca.
Dios, el
Universo, la Vida. No importa como lo llamemos.
Con teo o
sin teo, el ser humano solo puede maravillarse ante la magia de la vida.
Ante la
sutil transparencia de cada acto.
Porque la
nueva humanidad, que es tan antigua, ha despertado.
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Infinitos
son los caminos de la meditación. La guía
verdadera habita en nuestro interior.
El
afuera enseña, pero el adentro conduce.
Sentarnos
mañana a mañana, al despertar. Sintonizarnos con las fuerzas luminosas.
Con los
ojitos cerrados visualizar el templo de luz que desciende a protegernos y a
sutilizar nuestras percepciones. Unirnos al corazón de cristal del planeta con
raíces
de
energía, venas de energía de tierra liquida que recorren su
interior. Y permitir que crezcan de la punta de nuestra cabeza (del
chakra coronario) ramas de luz divina que nos unen al punto de iniciación del
cosmos. Inspirando paz y equilibrio, siendo,
Somos en
la respiración, en el sonido o el silencio. Somos luz. Y es la luz la que pasa
a ser en nosotros, permaneciendo en éxtasis.
Antes de
volver al cuerpo bueno es afianzar la red de luz con nuestros hermanos humanos
despiertos, reiniciando el girar y girar de nuestro chakra de la Pachamama, en
el interior de Gaia. Luego, reactivamos nuestro chakra estrella, que gira
y gira en medio del cosmos uniéndonos en redes de luz con todos los
seres de bien de la galaxia y del universo. Siempre agradeciendo y dispuestos
a servir a nuestro prójimo.
Unos
rezan, otros meditan, otros trabajan en silencio agradeciéndole a la vida sus
manos, sus piernas, su alma. Unos rezan rosarios, otros sus malas, otros
dibujan en silencio. Los caminos llevan finalmente a la
realización. De dios, de uno mismo, de ideales o de aspiraciones.
Pero todos estamos en esta vida para ser mejores.
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Nació...
y está creciendo una nueva civilización. No
digamos sociedad, porque suena a comercio. Digamos si: una nueva alianza. Una
alianza verdadera, que abarca a todos los seres de buena voluntad del
planeta .
Injusticia
e inhumanidad desaparecerán de la faz de la tierra. Ya no más
guerras.
Ni entre
naciones ni entre razas y ni siquiera en el seno de la familia y menos
aun dentro de uno mismo. Ni una muerte más, sea justa o injusta La
vida espera por todos.
Basta de
bombardeos, sea de palabras, propagandas o balas. Vamos a calmarnos y a empezar
de nuevo, una y mil veces. Por nuestros hijos, por vos, por mi, por
todos.
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La vida
tiene su propio latir. Si vivimos en consciencia
podemos sentir ese pulsar que nos lleva a buen puerto. Esto
significa seguir la línea de menor resistencia, sin forzar.
Siguiendo el camino que se abre. Es que si algo no se da naturalmente, es mejor
renunciar.
En otras épocas
nos enseñaban a luchar denonadadamente por aquellas cosas
que se
creían imprescindibles. En cambio en este eterno aquí y ahora te digo que si
algo no se abre, des un salto cuántico y experimentes por otra vía. Y si
aun ahí no se da, será mejor pensar si ese, por el que pretendes luchar, es el
camino cierto. Esto no significa renunciar a los ideales, eso nunca.
Simplemente representa la nueva visión humana,
que sabe
que cuando algo es verdadero y necesario, sucede.
Es
que entonces el universo conspira a nuestro favor.
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Que todos
los seres humanos podamos abrir las compuertas de la alegría. Y no tener vergüenza de la oscuridad que pueda rodearnos
o la que aun podamos contener. Observemos nuestra luz y nuestra
sombra, para simplemente hacer lo posible, sin forzar, para que el cambio se
de. Y como hace siglos pregona el I Ching saber que... la mejor manera de
vencer el mal es hacer grandes progresos en el bien.
Calmar esa
batalla campal que suele suceder dentro de cada uno y estar en paz.
Y saber
que ya no es tiempo de ser ermitaños o indiferentes a la suerte general.
Vivimos
con los otros y es por todos que hay que proteger todo lo bueno que hay
en el
mundo, mas allá de la diversidad de pueblos y culturas. Y al mal
humor volverlo bueno. Muy buen humor.
Que de
este matete solo zafamos si somos capaces de reírnos de nosotros mismos
y de las
patrañas de la vida y de la sociedad .
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Por lo
tanto, si estamos en medio de nuestras pequeñas maravillosas
vidas, donde la impermanencia física es por ahora inevitable, pongamos
atención en que nuestras acciones sean correctas y nuestras metas claras.
No sabemos cuando habremos de desencarnar, por lo tanto la oportunidad es aquí
y ahora. Ya no podemos ser condescendientes con nosotros mismos y tampoco con
el estado en que hemos dejado nuestro hábitat, el amado planeta tierra
Todo tiene
que mejorar ya, en este instante. Mas allá de lo que esté pasando alrededor
nuestro, podemos cambiar. Volvernos seres luminosos.
Que el
amor por nosotros mismos y por todos los seres vivos prevalezca.
Y no es
que estemos en contra de los avances tecnológicos, pero estos deben estar a
nuestro servicio y no nosotros al servicio de ellos. Utilizar todo de manera
sustentable, sin dañar, sin acumular. Saber si nuestros actos presentes serán
benéficos a largo plazo.
Generaciones
de generaciones esperan que actuemos como sabios herederos de un bien de
todos; el Planeta Tierra.
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Los
basurales de nuestras ciudades causan espanto. No solo
por la falta de formación de la gente para reciclar, reutilizar, separar;
sino por el dolor que causa ver niños trabajando en los basurales o
revolviendo deshechos para encontrar un poco de comida. No admitimos que
los tachos de basura de los ricos alimenten a los pobres.
Cuidemos
nuestra basura, devolvamos a la tierra toda materia orgánica para
así convertirla en compost. No creer dispensable ni
indispensable cualquier objeto.
No comprar
compulsivamente ni tirar a la basura inconcientemente. Vencer a la sociedad de
consumo y suplantarla por la civilización del amor, cuidando al planeta
concientemente.
Que la
alegría sea una práctica y una opción inevitable.
¿De que
nos sirve vivir amargados, disgustados con todo y todos?
Mejor
intuir el ritmo propio de la existencia. Este nunca es forzado, lo forzado es
siempre una opción de nuestro ego.
Ser
simples y naturales, siguiendo las opciones de nuestro Yo Superior, siempre.
Siendo testigos de nosotros mismos , inofensivos.. Sin causar daño a nuestros
semejantes.
Dando
amor. Haciendo el bien para uno y para todos. Preservando la naturaleza.
Cuidando tanto del hermano como del enemigo. Convirtiendo a la familia en una
oportunidad de crecimiento y de amor y no en un infierno. Así le
abriremos camino a la alegría.
Y no será
que no nos importe la oscuridad que pueda rodearnos, sino que no le daremos
fuerza de presencia. Ni un día más con guerras en este
planeta. Ni una muerte más, sea justa o injusta. La vida espera por todos.
Basta de
bombardeos, sea de palabras, propagandas o balas.
La paz es
una práctica consciente, que empieza en el alma de cada uno.
Nos damos
las manos para juntos construir los caminos para la salvación del planeta.
Todos. No
discutimos ya quien es el dueño de la verdad. Porque la verdad no tiene dueño.
La verdad la vivimos en cada acto.
Sabemos
que el amor vence las tinieblas.
Pase lo
que pase… la vida es una gran oportunidad.
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La
comunidad se desarrolla en círculos concéntricos.
Comienza
en la alineación del propio ser.
Continúa
en la aceptación y armonización familiar.
Se ilumina
con la direccionalidad de las intenciones con las personas que se convive.
Y se
completa en la interrelación luminosa con toda la humanidad.
Siempre
conscientes del barrio, del pueblo, de la ciudad, del planeta.
Y abriéndonos
sin miedo al desconocido cosmos que espera nos curemos.
La
solución es la transformación de la conciencia individual.
Desmasificar
para así integrar una cultura de amor, perdón, de co-creación,
que lleva
al cambio en todos los planos de la existencia.
Comprometido
cada ser humano a multiplicar un estado de conciencia y hermandad que
es la base de ese paraíso que somos capaces de reconstruir.
li mayer
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